Revitalizar la práctica del cultivo migratorio: entrevista con el Dr. Dhrupad Choudhury

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Revitalizar la práctica del cultivo migratorio: entrevista con el Dr. Dhrupad Choudhury

Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
©FIDA/GMB Akash

El cultivo migratorio es un sistema alimentario indígena que practican millones de personas en Asia meridional y sudoriental. Considerado durante décadas como una actividad destructiva para el medio ambiente, en la actualidad se reconoce de forma generalizada que el cultivo migratorio, cuando está bien gestionado, puede ser beneficioso tanto para las comunidades como para el medio ambiente. Así, por ejemplo, recientemente se ha reconocido como uno de los ocho sistemas alimentarios que pueden cambiar las reglas del juego para el cumplimiento de la Agenda 2030. Ahora bien, revertir por completo las percepciones anteriores sobre el cultivo migratorio y revitalizarlo con la vista puesta en el futuro sigue siendo un auténtico reto.

Desde hace más de 22 años, el FIDA viene colaborando con el ICIMOD en temas relacionados con la nutrición, la seguridad alimentaria, los pueblos indígenas y el cambio climático. Recientemente, ambos organismos han elaborado conjuntamente un libro de consulta destinado a orientar a los responsables políticos y a los profesionales del desarrollo en la transformación sostenible de los cultivos migratorios.

Conversamos con el Dr. Dhrupad Choudhury, autor del libro y experto en el cultivo migratorio, para conocer mejor los puntos fuertes de esta práctica y los problemas que conlleva su revitalización.

P. A menudo, el cultivo migratorio se ha malinterpretado. ¿Puede explicarnos un poco en qué consiste esta práctica?

Dr. Dhrupad Choudhury (D.C.). El cultivo migratorio es un sistema de agricultura de rotación y de gestión forestal que se practica de manera secuencial en una misma parcela de tierra. Para empezar, se despeja una zona de bosque en barbecho para cultivarla. Después de utilizarla para producir diversos cultivos durante uno o dos años, la zona se deja en barbecho durante un período de rejuvenecimiento, mientras el agricultor se traslada a un nuevo terreno. Con el tiempo, el bosque se regenera en la parcela anterior, y el agricultor vuelve a ella al final del ciclo de barbecho.

Lamentablemente, durante muchos años han persistido bastantes ideas erróneas sobre el cultivo migratorio. Los primeros malentendidos llevaron a los investigadores a concluir que los cultivadores sencillamente "abandonaban" sus campos después de una o dos cosechas. Esto hizo pensar que la práctica era destructiva y económicamente inviable, y que contribuía a la deforestación y a la erosión del suelo.

P. Los recientes descubrimientos sobre las bases científicas del cultivo migratorio y un mejor conocimiento de sus efectos han llevado a una nueva percepción de su sostenibilidad y resiliencia. ¿Podría explicarnos algo más al respecto?

D.C. En este sentido, el cultivo migratorio tiene tres atributos fundamentales. El primero es su rica agrobiodiversidad. Incluso en su forma de ciclo corto, permite a los agricultores una cosecha variada de 20 a 30 especies (a veces más de 40), cultivadas simultáneamente durante todo el año. Este cultivo mixto permite disponer de alimentos durante todo el año y ofrecer una gran diversidad dietética. También permite a los agricultores evitar riesgos y es fundamental para la mitigación de los efectos climáticos y la gestión de las plagas. La diversidad de cultivos es especialmente importante: los cultivos que se utilizan hoy en día en la agricultura migratoria son los componentes básicos de los cultivos tolerantes al estrés del mañana, esenciales para combatir la crisis climática.

El segundo son sus singulares prácticas en cuanto al uso de la tierra, es decir, la alternancia sucesiva de la agricultura y el barbecho forestal en un mismo terreno. El Grupo Científico de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios (UNFSS) ha pedido una mayor integración de los sistemas alimentarios con los forestales. El cultivo migratorio ya lo hace; de hecho, es el paradigma de esa integración. Esta integración neutraliza eficazmente la degradación de la tierra, contribuye a la sostenibilidad a largo plazo y asegura la resiliencia del sistema alimentario y de los agricultores.

El tercero es el sistema de tenencia que lleva integrado. El cultivo migratorio funciona bajo el principio de la propiedad común, en el que la propiedad sigue siendo un derecho comunitario en manos del clan o la aldea y la tierra se asigna a las familias en función del tamaño del hogar. Los derechos de tenencia de cada familia son heredables, pero no pueden transferirse a personas ajenas. Este sistema garantiza el acceso universal a la tierra y a los recursos de forma igualitaria y equitativa.

P. ¿Cómo podemos superar las dificultades que plantea la revitalización del cultivo migratorio?

D.C. Tenemos que cambiar el discurso imperante en torno al cultivo migratorio por uno que promueva sus puntos fuertes. Esto requerirá un compromiso profundo y decidido entre los organismos de desarrollo, los gobiernos, el mundo académico y los pueblos indígenas para mostrar las buenas prácticas y formular estrategias para la revitalización del cultivo migratorio. Deberá contarse con la participación de investigadores y profesionales con conocimientos en la materia para que aporten una perspectiva objetiva y fundamentada. Este compromiso también debería sentar las bases para las reformas en materia de políticas.

P. ¿Qué medidas deberían adoptar a largo plazo los organismos de desarrollo y los gobiernos para mejorar la sostenibilidad del cultivo migratorio?

D.C. La transformación de cualquier sistema alimentario requiere una inversión constante en investigación, y el cultivo migratorio no es diferente en ese sentido. El Grupo de Investigación Científica de la UNFSS, por ejemplo, aboga por que los países inviertan al menos el 1 % del PIB en investigación sobre sistemas alimentarios. Lo ideal sería que la investigación agrícola sobre el cultivo migratorio se centrara en la mejora de la productividad por unidad de superficie y del rendimiento de la mano de obra por unidad, atendiendo a las necesidades específicas del cultivo migratorio de ciclo corto frente al de ciclo largo. También deberían investigarse los distintos cultivos que se utilizan en la agricultura migratoria, especialmente para mejorar la productividad, diversificar los productos y añadir valor.

Los organismos de desarrollo tienen que desempeñar un papel importante a la hora de abogar por que los gobiernos aumenten las inversiones en el cultivo migratorio y alentar a los institutos de investigación para que le dediquen más atención. También son fundamentales para aglutinar a otros organismos de desarrollo, a las instituciones financieras internacionales y a los gobiernos con el fin de ayudar a cambiar la percepción del cultivo migratorio y defender la necesidad de reestructurar los enfoques de los programas de desarrollo para gestionar el cambio.

P. En su opinión, ¿cómo pueden contribuir las publicaciones, como su libro de consulta, a gestionar la transformación sostenible del cultivo migratorio?

D.C. Hay muy pocas personas en los ámbitos del desarrollo internacional, la política y el medio ambiente que estén familiarizadas con esta práctica, y menos aún que comprendan las formas en que los enfoques agrícolas más “modernos” podrían afectar negativamente a este sistema alimentario, a los ecosistemas en los que se practica y a la cultura e identidad de sus cultivadores. Esta falta de conocimiento es la causa fundamental del estado actual de las cosas.

Nuestro libro de consulta, junto con la serie de notas de orientación sobre políticas que hemos elaborado, se basa en las conclusiones que hemos ido extrayendo a lo largo de los últimos decenios y su finalidad es concienciar, sensibilizar y proporcionar un marco para evitar los “escollos” de la transición, y contribuir así a preservar los puntos fuertes de este sistema alimentario indígena a medida que avanza en el tiempo. En última instancia, esperamos que nuestro trabajo aporte ideas útiles que puedan contribuir a la revitalización de los sistemas alimentarios basados en el cultivo migratorio.

Para leer el libro completo de consulta, haga clic aquí.