Resiliencia en las zonas rurales de Siria: Un espíritu emprendedor que supera las adversidades

La determinación y la perseverancia son lo que hace que un emprendedor sea exitoso, algo que resulta doblemente cierto en un país como Siria, donde el conflicto actual ha perturbado la vida de las personas durante los últimos 10 años. Además, para las personas con discapacidad, los obstáculos pueden ser aún mayores.

Samir Saleh vive en la pequeña aldea siria de Alhatriya, ubicada 80 km al norte de la ciudad costera de Tartus. Debido a una discapacidad permanente que posee a raíz de un accidente automovilístico que sufrió en su niñez, Samir tuvo dificultades para hallar un trabajo decente por mucho tiempo, hasta que el Proyecto de Desarrollo Integrado de la Ganadería (ILDP), respaldado por el FIDA, le brindó la oportunidad que necesitaba.

“Estaba buscando un buen empleo para mantener a mi familia cuando me enteré de la existencia del proyecto y me puse en contacto con su personal”, explica Samir.

Pese a no estar muy seguro de cómo podía participar, decidió visitar el centro de procesamiento de productos lácteos del proyecto que se encontraba cerca de su hogar. Desde ese día, ha recibido capacitación sobre la crianza y el cuidado del ganado lechero, y, para su propia sorpresa, se ha convertido hoy en un productor de lácteos.

“Me gustó mucho la idea de ser productor lechero, ya que podía ganar dinero vendiendo la leche y también vendiendo los terneros”, dice Samir.

Samir en sus tierras agrícolas. © FIDA/Mouhab Alawar

Tras haber obtenido un préstamo del proyecto, Samir compró una vaca y comenzó a generar ingresos modestos vendiendo la leche. Pero eso no era suficiente, por lo que se acercó una vez más al personal del proyecto para saber cómo podía reducir el dinero que invertía en la alimentación de la vaca. El personal le recomendó una variedad específica de forraje que podía cultivar intercalándola con los olivos que tenía en su pequeña explotación agrícola. También le ofreció hojas de cactus para que las plantara a modo de cerca alrededor de su explotación, que Samir corta en pequeños trozos para alimentar a la vaca. Ahora que ha reducido el dinero que gasta en la vaca, sus ingresos han aumentado proporcionalmente, y, además, vende la fruta del cactus en el mercado local.

Sin embargo, el espíritu emprendedor de Samir aún no estaba satisfecho. Como él dice con orgullo: “las personas atentas nunca dejan de buscar ideas innovadoras”. Samir empezó a contarles a otros productores lecheros de la aldea sobre sus experiencias y a preguntarles sobre los obstáculos con que tropezaban, y notó que muchos de ellos estaban teniendo problemas para comercializar la leche. Entonces, se le ocurrió una idea innovadora

Samir decidió recolectar leche de los demás productores y llevarla al centro de procesamiento de productos lácteos, y comenzó a usar la leche procesada para producir shanklish, un popular tipo de queso azul típico de la zona que puede venderse fácilmente a un buen precio.

“Ayudé a los productores a comercializar su leche para obtener mejores precios y, al mismo tiempo, pude demostrarme a mí mismo, a mi familia y a la comunidad que soy capaz de adaptarme a mi discapacidad y garantizar un muy buen ingreso para mantener a mi familia”, señala Samir.

Obtenga más información sobre la labor del FIDA en Siria.

Fecha de publicación: 23 noviembre 2020