Salvar el Amazonas: la historia de las mujeres indígenas que luchan contra el cambio climático

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Salvar el Amazonas: la historia de las mujeres indígenas que luchan contra el cambio climático

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

En el corazón de la Amazonía peruana, las mujeres indígenas de la comunidad awajún protegen sus tierras frente al cambio climático. Guiadas por los conocimientos ancestrales recopilados desde hace siglos, un grupo de 70 mujeres pasan sus días bajo la frondosa cubierta de cedros de su bosque en la comunidad de Shampuyacu, ubicada en la región San Martín, donde realizan actividades de cultivo de plantas y reforestación.

Su hogar, la Amazonía, suele conocerse como los pulmones del planeta. Sin embargo, a lo largo de los años, el cambio climático y el consiguiente aumento de las temperaturas, la elevada humedad, las sequías y los fuertes vientos han ido afectando la región. Los cambios meteorológicos, junto con la deforestación masiva, han destruido una parte importante del ecosistema y han causado estragos en los medios de vida de las comunidades indígenas, dificultando que salgan de la pobreza y luchen contra la inseguridad alimentaria.

Las plantas proporcionan la cura

La deforestación y el cambio climático han sido devastadores para el Amazonas y sus habitantes. ©Giancarlo Shibayama

Las Nuwas, que significa mujeres en idioma awajún, tomaron las riendas de la situación. En 2015, crearon la Asociación “El Bosque de las Nuwas” para comenzar a cultivar plantas medicinales con la intención de revitalizar tanto el ecosistema como los medios de vida. En una extensión de nueve hectáreas, hoy producen plantas para fabricar infusiones, al tiempo que conducen un próspero negocio de ecoturismo.

Para fortalecer la sostenibilidad de su modelo de negocio y ampliar su producción agrícola, las Nuwas lograron ingresar al grupo de más de 17 000 productores respaldados por Avanzar Rural, un proyecto cofinanciado por el FIDA y el Gobierno del Perú, que tiene por objeto aumentar la resiliencia de las poblaciones rurales que habitan en la sierra y la selva del país.

A través de su emprendimiento, las Nuwas trabajan sin descanso para proteger la tierra donde aprendieron de sus abuelas a reconocer, cultivar y elaborar las plantas con fines medicinales, como curar los resfriados o problemas gástricos.

El carácter innovador y el buen ojo para aprovechar las oportunidades son fundamentales para sobrevivir y prosperar en el Amazonas, y estas mujeres rebosan de ambos. A día de hoy, el bosque es su hogar y su medio de vida.

Iniciativa empresarial y conservación

La presidenta de las Nuwas, Uziela Achayap, afirma que el proyecto es un triunfo para las mujeres. ©Giancarlo Shibayama

“Yo como mujer, he aprendido mis costumbres tradicionales”, cuenta Uziela Achayap, presidenta de El Bosque de las Nuwas. “El bosque es como mi casa. Aquí he luchado día a día para que las madres tengan esa oportunidad como mujeres emprendedoras”.

Uziela cree que la labor agrícola y de reforestación que ha llevado a cabo el equipo de las Nuwas es tanto un triunfo para el ecosistema, como para las propias mujeres. Muchas de ellas, explica, tuvieron que enfrentarse a prejuicios de género muy arraigados para poder trabajar en el campo y convertirse en empresarias de éxito.

Ruth Cumbia Sejekam, coordinadora del Comité de Trabajo de las Nuwas, opina que es fundamental sensibilizar sobre la importancia que revisten los bosques. Se siente orgullosa al ver el interés de las personas por conocer sus tradiciones. “Cuando se entusiasman, me entusiasmo yo también y al final acabamos todos riendo”.

Protectoras de la flora

Desde 2015, las Nuwas han cultivado más de 100 plantas medicinales y han registrado 136 especies en archivo regional de plantaciones. En la actualidad, cultivan 42 variedades de yuca —un arbusto leñoso comestible— y producen té a partir de tres plantas, que posteriormente comercializan con la marca registrada Nuwa.

Las mujeres venden el té con la marca registrada Nuwa. © Giancarlo Shibayama

Ahora les gustaría ampliar su oferta de productos y crecer comercialmente. Con la ayuda del proyecto Avanzar Rural, pueden hacerlo. La construcción de un reservorio de agua y de un sistema de riego por goteo permite a las Nuwas, así como a otros productores locales, soportar los períodos de sequía. Además, han comenzado a cultivar peces en el embalse, que se alimentan de las algas y mantienen el agua limpia.

“Avanzar”

La labor de las Nuwas no solo las beneficia a ellas.

“Los efectos de la deforestación están afectando sin duda a los pueblos indígenas. Para ellos, ha sido una señal de alerta y, por eso, están llevando a cabo iniciativas como la reforestación”, dice Brenda López, miembro del Programa AGRORURAL, del Ministerio de Agricultura del Perú, que implementa el proyecto "Avanzar Rural”.

Ruth, coordinadora del Comité de Trabajo, coincide con ella. “Llegará un día en el que yo ya no esté aquí, y los que van a quedar son quienes disfrutarán del ambiente, el aire y todo lo que les estamos dejando”.