Trazar el camino hacia un futuro mejor

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Trazar el camino hacia un futuro mejor

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Los mapas dan mucha información. Indican el cauce de los ríos, las montañas más altas, la extensión de las ciudades y las fronteras entre países. Además, si se comparan a lo largo del tiempo, los mapas también muestran la evolución del contexto —y la manera en que el desarrollo favorece que las comunidades rurales prosperen. Una carretera permite acceder a nuevos clientes; un pozo es una fuente de agua para establecer una explotación agrícola; y un bosque es una fuente de combustible e ingresos. 

A continuación se presentan cuatro formas en las que el FIDA crea mapas empleando sistemas de información geográfica (SIG) a fin de planificar las operaciones, cuantificar los resultados y supervisar el uso eficiente de los fondos en aras de erradicar la pobreza en las poblaciones del medio rural. 

1) Planificación y medición de los avances  

Los proyectos de desarrollo rural —como las carreteras, los mecanismos de riego y los mercados— pueden cartografiarse empleando SIG para conocer mejor las actividades y el impacto. Al señalar las ubicaciones donde se han invertido fondos, es fácil ver qué actividades se están desarrollando y qué otras inversiones podrían ser necesarias.  

El Segundo Proyecto de Ordenación de los Recursos Agrícolas en las Tierras Altas de la Cordillera (CHARM II), ejecutado entre 2008 y 2021, brindó apoyo a las comunidades indígenas campesinas de las zonas montañosas de Filipinas a través de la promoción de la agrosilvicultura, la instalación de sistemas de riego y la construcción de carreteras. 

En este mapa se muestran las actividades desplegadas por el proyecto en una aldea de la provincia filipina de La Montaña. En este caso, los SIG contribuyeron a ejecutar los proyectos según lo previsto, y se construyeron nuevas carreteras (líneas rojas), caminos y puentes (líneas moradas) que facilitaron el acceso de los campesinos a sus terrenos (parcelas verdes) y a los mercados. 

Mapa de las actividades desplegadas por el proyecto en una aldea de la provincia filipina de La Montaña. © FIDA 

 

2) Percepción de los cambios

Los datos específicos de cada emplazamiento pueden superponerse con imágenes por satélite e información de otro tipo, como la historia climática del lugar o los datos demográficos de sus habitantes, y utilizarse para evaluar si un proyecto ha acarreado un cambio positivo o si es preciso aumentar los esfuerzos. 

En el sur de México, el Proyecto de Desarrollo Comunitario Forestal tiene por objeto frenar la deforestación y promover la utilización sostenible de los bosques. En el estado de Campeche, donde las comunidades poseen extensas zonas forestales, las actividades del proyecto se centraron en reforzar la utilización sostenible de esos recursos.  

En este mapa se utilizaron los SIG para comparar la salud vegetal de los bosques beneficiados por el proyecto (que aparecen representados como parcelas verdes en el mapa en línea) con la salud de los bosques ajenos a este (señalados en rojo). Se constató que los bosques comprendidos por el proyecto gozaban de mejor salud y eran más resilientes a las sequías y demás perturbaciones climáticas.  

 

3) Cartografía (y prevención) de los riesgos  

Los mapas de las actividades de los proyectos ayudan a determinar y mitigar los riesgos y los efectos perjudiciales. Esto puede abarcar el análisis de la proximidad entre los lugares donde se ejecutan los proyectos y otras zonas protegidas jurídicamente (como los parques nacionales) o problemáticas, a fin de evitar conflictos.  

 

4) Visión común  

Puesto que una imagen vale más que mil palabras, al colaborar con los ministerios públicos, los donantes y los participantes en los proyectos el uso de mapas mejora la coordinación y evita la duplicación de esfuerzos.  

En el Proyecto Sierra y Selva Alta, ejecutado en el Perú, los pequeños productores utilizaron mapas para poner de relieve el propio proyecto y sus objetivos de cara al futuro. El proyecto, financiado por el FIDA y el Gobierno del Perú, concluyó en 2019 y benefició a casi 40 000 familias rurales, además de ayudar a las comunidades de campesinos a mitigar los efectos del cambio climático.  

De los valles y las montañas a los bosques y los terrenos cultivados, los SIG deberían desempeñar un papel importante a la hora de planificar los proyectos. El FIDA es consciente de la importancia de los mapas y sigue buscando formas de integrar de manera sistemática estas herramientas a fin de garantizar que los directores de los proyectos y los miembros de sus equipos puedan trabajar con la mayor eficiencia posible, en beneficio de las comunidades rurales.  

Obtenga más información sobre cómo utilizar los SIG en las actividades de seguimiento y evaluación.