Un cultivo de antaño para una crisis de ahora: cómo la mandioca ayudó a los samoanos a surfear la pandemia

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Un cultivo de antaño para una crisis de ahora: cómo la mandioca ayudó a los samoanos a surfear la pandemia

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Cuando la pandemia de COVID-19 obligó a Samoa a cerrar sus fronteras en marzo de 2020, pronto sus residentes tuvieron que enfrentarse a una economía en declive y a un aumento de la inseguridad alimentaria, así como a un largo y empinado camino para la recuperación.

En ese momento, Fuimaono Maiava Viiga, de 62 años, supo encontrar el lado positivo a la adversidad.

Ante la perspectiva de la inseguridad alimentaria, Fuimaono se marchó de la ciudad y se mudó a la granja de su familia en Salani, donde volvió a descubrir los beneficios de la mandioca (conocida localmente como manioka), un tubérculo leñoso que antaño fue un producto básico para los samoanos, sobre todo en tiempos de crisis.

“La mandioca no solo es un cultivo de tubérculos, sino que también se pueden aprovechar sus hojas”, cuenta este funcionario jubilado en relación con las cualidades medicinales de las hojas.

La mandioca aguanta las sequías y las temperaturas elevadas, y es uno de los cultivos más sostenibles de Samoa. Es fácil de cosechar y cultivar, y puede dejarse en la tierra durante años y seguir manteniendo una textura y sabor adecuados. No obstante, no es un cultivo popular en Samoa, donde suele considerarse “comida para pobres”. 

Fuimaono en la granja de su familia, donde cultiva mandioca © Ministerio de Agricultura y Pesca de Samoa

“La mayor parte de nuestro país [no] lo valora como cultivo, y muchas personas han olvidado cómo se utilizaba en el pasado”, explica Fuimaono, que no le da mucha importancia a la mala reputación de este tubérculo.

Inspirado por la mandioca, creó su negocio en torno a este producto y entabló vínculos comerciales con otros productores de mandioca.

Más tarde, en 2022, el Mecanismo de Estímulo Agrícola y Rural para las Islas del Pacífico (PIRAS) y el Proyecto de Fomento de la Productividad y Comercialización Agrícola y Pesquera en Samoa (SAFPROM) ayudaron a Fuimaono a seguir desarrollando su sueño al financiar el alquiler de una excavadora para acondicionar unas 4 hectáreas de tierra. Los agricultores también recibieron 20 000 tallos de mandioca, así como otras herramientas agrícolas. Desde entonces, han ampliado su explotación otras 2 hectáreas. 

Con el importante impulso logrado gracias al PIRAS, la explotación colectiva sigue reforzando la producción local de alimentos, al tiempo que trabaja por desarrollar la industria de la mandioca en Samoa.

Fuimaono espera mejorar la seguridad alimentaria de su familia y su comunidad © Ministerio de Agricultura y Pesca de Samoa

Ahora, Fuimaono espera comenzar a exportar sus productos a nivel internacional. No obstante, Samoa no cuenta con una cadena de suministro estable, lo que dificulta que los productores de mandioca vendan sus productos al resto del mundo.

“Mi principal objetivo es mejorar la seguridad alimentaria de mi familia y mi aldea”, dice Fuimaono. “Creo que la mandioca es el producto ideal para lograrlo, ya que es sostenible y fácil de cultivar. Mi objetivo es contar con un molino de harina en nuestra aldea. De esa forma, nuestra asociación podría colaborar y avanzar de manera colectiva hacia un futuro sostenible”.