Generalidades

La región de Asia y el Pacífico es una paradoja del desarrollo rural: ha experimentado drásticas transformaciones económicas, pero enfrenta algunos de los desafíos más persistentes.

Extensa y densamente poblada, en la región de Asia y el Pacífico viven todavía dos terceras partes de los pobres del mundo. Con el aumento de la desigualdad de ingresos, la pobreza se ha transformado en un fenómeno más agudo y rural.

Las privaciones sociales y las elevadas tasas de malnutrición y de retraso en el crecimiento están reduciendo las capacidades físicas y mentales de los grupos vulnerables de toda la región, con importantes costos humanos y económicos. En toda la región, el 30 % de los niños y niñas menores de cinco años sufren de retraso en el crecimiento.

La vulnerabilidad al cambio climático, los desastres naturales y la paulatina degradación de los recursos productivos son problemas cada vez más graves. En algunos casos, el cambio climático ya está planteando una amenaza existencial, y varias islas del Pacífico se ven gravemente amenazadas por el aumento del nivel del mar.

Desigualdad entre las zonas rurales y las urbanas

El migración rural, la degradación del agua y la tierra y las limitaciones económicas, institucionales y políticas plantean un desafío para las pequeñas explotaciones agrícolas en toda la región.

En gran parte de la región falta la infraestructura básica para garantizar la integración en la economía mundial mediante vínculos comerciales eficientes. Esta integración es fundamental para intensificar el comercio interregional e intrarregional a través de los nuevos mercados comunes, como la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN).

Todos estos son retos enormes que la región debe superar para seguir siendo un poderoso motor del crecimiento y la prosperidad mundiales.

Asociaciones contra la pobreza

El FIDA empodera a los pequeños agricultores a través de sus programas de préstamos y donaciones, su actuación en materia de políticas, las asociaciones en favor de los pobres en todo el espectro normativo y sus iniciativas de cooperación con las poblaciones locales, los gobiernos, los donantes y el sector privado.

Para finales de 2016, el Fondo había invertido USD 2 400 millones en 67 proyectos en 21 países como parte de la cartera en curso de la región.

El FIDA concentra su labor en los lugares donde los problemas son más apremiantes. Trabajamos en naciones insulares del Pacífico como Fiji, Kiribati, las Islas Salomón, Tonga y Vanuatu, donde los proyectos en curso combaten las repercusiones del cambio climático, y apoyamos los procesos de desarrollo impulsados por la comunidad.

Para luchar contra el cambio climático y potenciar la productividad rural, la prosperidad y la calidad de vida, la cooperación es clave.