Generalidades
La fragilidad, la migración, la escasez del agua y las elevadas tasas de desempleo son los principales obstáculos que dificultan el desarrollo rural en el Cercano Oriente y África del Norte.
En Europa Central y Oriental y en la subregión de los Estados de reciente independencia, la volatilidad cambiaria y el escaso dinamismo del crecimiento son los principales retos.
En la subregión del Cercano Oriente y África del Norte, el número promedio de personas subalimentadas se ha duplicado en los últimos 25 años y ha pasado de 16,5 millones a 33 millones, en un contexto de fuerte presión sobre los recursos naturales. Los fenómenos climáticos y las perturbaciones políticas y económicas han traído aparejadas algunas de las situaciones de pobreza más persistentes y complejas del mundo.
A lo largo de la subregión, 22,4 millones de personas se han transformado en desplazados involuntarios debido a los conflictos en Irak, Libia, Siria, Somalia y Yemen. Muchos jóvenes han debido abandonar el trabajo en la tierra, lo que ha afectado la producción de alimentos y ha agravado el desempleo, que de por sí ya es alto. Como resultado, la pobreza y la inseguridad alimentaria y nutricional están aumentando, sobre todo en las zonas rurales.
La crisis en Siria, en particular, está impulsando una migración a gran escala: actualmente, los refugiados sirios representan alrededor del 25 % de la población del Líbano y un 20 % de la población de Jordania. El desplazamiento forzoso tiene una fuerte dimensión rural, por cuanto un gran número de personas desplazadas procede de las zonas rurales.
Las repercusiones de la actual crisis siria, que incluyen la degradación de las tierras agrícolas, el desplome de la producción de alimentos en las zonas abandonadas, una mayor presión sobre los recursos naturales, la seguridad alimentaria y los sistemas de producción agrícola en las comunidades de acogida y una mayor competencia por los empleos, han sido de gran alcance.
Adaptación de las soluciones
En una región tan heterogénea, cada uno de los retos que supone la transformación rural debe abordarse en su debido contexto.
En los países de la ex Unión Soviética, que cuentan con recursos hídricos abundantes, es posible que se nos convoque para proponer soluciones que permitan mejorar las habilidades agrícolas, mientras que en el Cercano Oriente y en África del Norte nuestras prioridades son mitigar la escasez de agua y potenciar la producción agrícola.
En ambas subregiones, las sequías o las inundaciones cada vez más graves y las pérdidas que producen en materia de productividad e ingresos han obstaculizado la transformación rural.
Dinero, conocimiento técnicos e imaginación
El FIDA adapta sus soluciones a los desafíos clave específicos. Para finales de 2016, habíamos invertido USD 889 millones en 43 programas y proyectos en la región, en asociación con 22 gobiernos beneficiarios.
Nuestra combinación de capacidad de financiación y conocimientos ha transformado al FIDA en un asociado preferente para numerosos gobiernos, agencias y organizaciones no gubernamentales. Ayudamos a los gobiernos a diseñar y aplicar estrategias de reducción de la pobreza, y trabajamos con las poblaciones y las organizaciones locales para ponerlas en marcha.
Recientemente el FIDA lanzó su Fondo para Refugiados, Migrantes y Desplazados Forzosos en pro de la Estabilidad Rural (FARMS). Con un presupuesto total de USD 100 millones, el FARMS se centrará en el desarrollo rural sostenible y el fomento de los medios de vida de los refugiados, las personas desplazadas y las comunidades rurales de acogida.
Sin importar si la prioridad es gestionar los recursos hídricos y del suelo, mitigar el desempleo rural o establecer vínculos entre los agricultores y los mercados, tenemos las habilidades y la experiencia para generar efectos a largo plazo.
Más información
La escasez de agua y el cambio climático son desafíos apremiantes en las subregiones de los Estados de reciente independencia y del Cercano Oriente y África del Norte. Esta última tiene la menor proporción de agua dulce disponible en el mundo.
La crisis mundial del desplazamiento forzoso ha afectado a un número sin precedentes de 65 millones de personas en todo el mundo, de las cuales un tercio (22,4 millones) proceden del Cercano Oriente y África del Norte.
Los jóvenes representan el 23 % de la población total en los Estados de reciente independencia y un 28 % en el Cercano Oriente y África del Norte. Las tasas de desempleo entre los jóvenes —30 % en el Cercano Oriente y África del Norte y 18,1 % en los Estados de reciente independencia— superan el promedio mundial de 13,2 %.
En la subregión del Cercano Oriente y África del Norte, el número de personas subalimentadas se ha duplicado en los últimos 25 años y ha pasado de 16,5 millones a 33 millones. Tal ha sido el resultado de los conflictos, la caída de los ingresos y la elevada tasa de desempleo, especialmente entre las mujeres y los jóvenes.