Generalidades
La región de África Occidental y Central ha alcanzado logros extraordinarios en los últimos decenios, pero aún queda mucho por hacer en lo referido a la transformación rural.
En los últimos años, el crecimiento económico ha sido escaso. En 2015, el PIB de la región creció en promedio apenas un 1,6 %. En promedio, la agricultura representa un 30 % de la actividad económica y emplea al 60 % de la población activa.
La región registra elevadas tasas de pobreza rural, que tiene especial incidencia entre las mujeres y los jóvenes. Tres cuartas partes de la población de la región tienen menos de 35 años. En las zonas rurales, la mayoría de los jóvenes carecen de tierra, tienen trabajos marginales y son víctimas de malas condiciones de trabajo y de explotación.
Hasta ahora, las economías de la región no han logrado aprovechar las posibilidades que estos trabajadores jóvenes, enérgicos y creativos ofrecen. Como resultado, los jóvenes abandonan la agricultura y las zonas rurales en busca de una vida mejor en las ciudades o en el extranjero.
Cómo vincular a los agricultores con los mercados
La inseguridad de la tenencia de la tierra, la ausencia de infraestructuras básicas, las deficiencias crediticias y de seguros y las desigualdades étnicas y de género son algunos de los principales obstáculos que enfrenta la transformación rural.
Lo que muchos países de la región realmente necesitan son más mercados bien organizados y conexiones confiables entre ellos. Se necesitan distintos tipos de inversiones para potenciar la transición de una agricultura de subsistencia a la producción basada en el mercado.
Esta transición tiene el potencial de aumentar los ingresos y mejorar la seguridad alimentaria tanto para los agricultores como para las personas que viven en los pueblos y las ciudades en crecimiento.
El valor de la experiencia
Hace casi cuatro décadas que el FIDA viene trabajando para potenciar la producción rural de la región. Para finales de 2016, estábamos gestionando 41 programas en asociación con 23 gobiernos de la región, y habíamos invertido un total de USD 1 200 millones.
Nuestras prioridades actuales son fortalecer las cadenas de valor que vinculan a los productores y sus organizaciones con los mercados y los consumidores, y crear un círculo virtuoso ascendente que ayude a los agricultores a vender y ganar más.
En respuesta a los enormes desafíos a los que se enfrentan las mujeres y los hombres jóvenes que viven en las zonas rurales de la región, el FIDA presta apoyo a numerosas iniciativas encaminadas a impartir capacitación, promover la capacidad empresarial e impulsar la creación de puestos de trabajo dignos tanto dentro como fuera de las explotaciones.
El Fondo respalda las iniciativas para profundizar la inclusión financiera y aumentar la disponibilidad del crédito sin uso de efectivo para los pequeños agricultores. También estamos invirtiendo en proyectos que ayudan a los pequeños agricultores a adaptarse al cambio climático.
La amplitud de nuestra experiencia en lo referido a las condiciones climáticas y del suelo, la organización social y el desarrollo del mercado nos ha transformado en el asociado preferente de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y grupos locales que buscan lograr una transformación rural duradera.
Más información
Unos 500 millones de personas viven en África Occidental y Central, la mayoría de las cuales viven y trabajan en zonas rurales como pequeños agricultores.
Encontrar trabajo para el creciente número de jóvenes en las zonas rurales es una prioridad en África Occidental y Central. Por ejemplo, en el Senegal
47 % de la población tiene menos de 15 años.
En Burkina Faso, Guinea, Guinea-Bissau, Malí y el Níger, entre el 80 y el 90 % de la población activa vive y trabaja en explotaciones familiares donde los rendimientos y las ganancias son mucho menores de lo que podrían ser.