El contexto

Burkina Faso es un país sin litoral con escasos recursos naturales situado entre Ghana (al sur) y Malí (al norte). La renta per cápita en 2015 era de solo USD 615, y su población, estimada en casi 18,11 millones ese año, está creciendo a un ritmo del 3 % anual.

La economía depende en gran medida de la agricultura, que da empleo a cerca del 80 % de la fuerza de trabajo, según el Banco Mundial. El algodón es el principal cultivo comercial, y las exportaciones de oro han adquirido una importancia creciente en los últimos años.

El producto interno bruto (PIB) creció a una media del 6 % en el decenio anterior a 2013, pero descendió al 4 % en 2014 y 2015 debido a la bajada de los precios de las materias primas, la agitación política y la epidemia del Ébola que asoló la subregión.

La pobreza se redujo del 47 % en 2009 a cerca del 40 % en 2014, pero sigue estando generalizada en las zonas rurales. Es más común y grave entre las mujeres, que suelen tener pocas posibilidades de acceder a la tierra y participar en la toma de decisiones.

Entre las principales causas de la pobreza rural en Burkina Faso figuran:

• la escasez y mala calidad de las tierras cultivables;
• las deficiencias de las redes de comunicación y de transporte;
• la gran variabilidad del clima, y
• la baja productividad de la agricultura de subsistencia.

La estrategia

En Burkina Faso, los préstamos del FIDA ayudan a crear instituciones inclusivas y sostenibles respaldadas por inversiones y políticas favorables a los pobres y programas de innovación y educación adecuados.  

Las principales actividades están destinadas a:

• aumentar y diversificar de manera sostenible los medios de vida de la población rural pobre y los grupos marginados, en particular de las mujeres, mediante el desarrollo inclusivo del sector privado local, y/li>
• promover la gobernanza descentralizada de los bienes públicos, los servicios y los recursos naturales y garantizar un acceso equitativo a estos.

El FIDA trabaja con el Gobierno para dar respuesta a los desafíos y formular estrategias y políticas operacionales que se basen en las mejores prácticas, aportando conocimientos e ideas al proceso de elaboración de políticas.

Trabajamos a varios niveles para ayudar al Gobierno a crear un entorno que facilite los esfuerzos de reducción de la pobreza rural de la población local.