Tanzania
El contexto
La República Unida de Tanzanía es una economía emergente de gran potencial que ha logrado importantes reformas en materia económica y estructural.
Según datos de 2016, la población es de 53 millones de personas, de las cuales 70 % viven en zonas rurales que se dividen entre el territorio continental y la isla de Zanzíbar. Entre 1990 y 2010 la población juvenil casi se duplicó, de 4,4 millones a 8,1 millones, y en 2020 habrá aumentado hasta tocar los 11 millones. Actualmente, los jóvenes representan el 30 % de la fuerza de trabajo, principalmente en la agricultura.
El sector agrícola representa alrededor de un cuarto del PIB y emplea a tres cuartos de los trabajadores tanzano. Casi la mitad del territorio del país (45 %) se clasifica como terrenos agrícolas, y 15 % es cultivable.
El turismo es la principal fuente de divisas. El crecimiento de la agricultura, componente fundamental de los medios de subsistencia de alrededor del 70 % de los hogares, sigue perdiendo dinamismo. El sector agropecuario, compuesto en su mayoría de pequeños agricultores, no ha exhibido el mismo ímpetu que otros sectores y necesita inversiones y modernización.
La pobreza tiene especial incidencia en las zonas rurales, donde viven más del 80 % de las personas pobres y extremadamente pobres del país. Si bien se piensa que el reciente crecimiento económico ha traído beneficios para las personas más pobres de Tanzanía, alrededor del 70 % de los tanzanos sigue subsistiendo con menos de USD 2 al día.
Aproximadamente el 80 % de la producción agrícola del país está a cargo de agricultores de subsistencia que utilizan técnicas manuales de cultivo y aplican producción de secano, lo que los hace sumamente vulnerables a los fenómenos climáticos. En algunas zonas se practica la agricultura en mediana y gran escala. El país importa volúmenes considerables de cereales y leguminosas que podrían producirse internamente.
La estrategia
En Tanzanía, el FIDA está trabajando para transformar el sector agropecuario —incluidas la agricultura, la ganadería y la pesca— y lograr que su productividad, su rentabilidad y su comercialización aumenten y sean más sostenibles, y para mejorar los ingresos de los pequeños agricultores.
Nuestro programa sobre oportunidades estratégicas nacionales es congruente con la segunda Estrategia Nacional del Gobierno para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza y su Visión para el Desarrollo para 2025, así como con diversas políticas, estrategias y programas de inversión relativos al desarrollo agrícola en el territorio continental y en Zanzíbar.
El programa sobre oportunidades estratégicas nacionales del FIDA para el período comprendido entre 2016 y 2021 persigue cuatro objetivos estratégicos que se centran en:
- mejorar el desempeño, la coordinación y la rendición de cuentas de las instituciones ante los grupos objetivo del FIDA y las organizaciones que los representan en la esfera local y central;
- fomentar cadenas de valor de productos básicos prioritarios más inclusivas y resilientes, impulsadas por un acceso más amplio y sostenible a los mercados y los servicios financieros, y por un sector privado más inclusivo;
- mejorar las tecnologías resilientes al clima que aumenten la productividad de los productos básicos prioritarios de la agricultura, la ganadería y la pesca, y
- fortalecer la gobernanza de la tierra para facilitar inversiones públicas y privadas más inclusivas en la agricultura.
Datos sobre el país
En Tanzanía, el turismo es la principal fuente de divisas, y la agricultura, componente fundamental de los medios de subsistencia de alrededor del 70 % de los hogares, sigue perdiendo dinamismo.
Alrededor de 12 millones de tanzanos continúan viviendo por debajo del umbral nacional de la pobreza, una situación que ha permanecido prácticamente sin cambios desde 2007 debido al rápido crecimiento demográfico.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Tanzanía desde 1978.