Níger
El contexto
El Níger, un país sin litoral al norte de Nigeria, abarca una superficie de 1 267 000 km² del Sahel. Con una tasa de pobreza de 48,9 % y un ingreso per cápita de USD 420, el Níger es una de las naciones más pobres del mundo. En 2015, ocupó el último lugar de los 188 países incluidos en la edición 2015 del índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas.
Su población, que en 2016 se estimó en 19,8 millones de personas, crece un 3,9 % por año, una de las tasas más rápidas del mundo. El Níger es propenso a la inestabilidad política, a la inseguridad alimentaria crónica y a las sequías, las inundaciones y las plagas de langostas.
Si bien la producción de uranio y petróleo es un pilar de la economía, la agricultura es una fuente importante de ingresos por exportaciones. El clima del Níger es caliente y árido. La agricultura se concentra en granjas familiares en pequeña escala que producen cereales y verduras de secano y cultivos de regadío, por ejemplo, cebolla, sésamo y caupí.
Las sequías recurrentes están perjudicando los recursos naturales, y a menos que los sistemas de producción se adapten al cambio climático, se prevé una disminución en los rendimientos del cereal.
Con todo, la producción cerealera y hortícola podría aumentar considerablemente si se adoptan técnicas mejoradas de cultivo, mejores semillas, labranza de tracción animal, mejores técnicas de regadío y otras innovaciones.
Además de mejorar su resiliencia al cambio climático, esto permitiría a las familias del medio rural producir lo suficiente para el consumo del hogar y quedarse con un excedente para vender. De hecho, los cultivos de regadío ya están aumentando y actualmente representan un 30 % de la producción agrícola y un 90 % de las exportaciones del sector.
La estrategia
En el Níger, el FIDA ha centrado su estrategia en ayudar a los agricultores familiares a adaptarse a los riesgos estructurales y a las posibles perturbaciones externas. Este modelo puede mejorar la seguridad alimentaria y nutricional y fomentar la reducción de la pobreza, el crecimiento económico, el desarrollo rural sostenible y la resiliencia al cambio climático.
En el Níger, el FIDA está trabajando para potenciar las capacidades de los productores rurales en pequeña escala, en particular los grupos socioeconómicos más marginados, y ayudarlos a adaptarse a los cambios.
Al ayudar a las granjas familiares y otros hogares rurales a intensificar y diversificar sus actividades de producción, posproducción y comercialización, aumentamos la resiliencia y la sostenibilidad de los medios de vida.
Nuestro programa sobre oportunidades estratégicas nacionales para el período comprendido entre 2013 y 2018 está dirigido a 195 000 hogares rurales con un total aproximado de 1,4 millones de personas.
Entre los principales objetivos cabe señalar:
- aumentar de manera sostenible la producción de los pequeños agricultores, los silvicultores y los pastores;
- mejorar las actividades de posproducción y comercialización de los pequeños agricultores, y
- fortalecer las redes sociales y la cooperación entre las personas pobres de las zonas rurales, mejorando la sostenibilidad de las instituciones locales y las actividades comerciales.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP):
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Datos sobre el país
En 2015, el Níger ocupó el último lugar de los 188 países incluidos en el índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas.
La producción primaria, que es el principal motor del crecimiento, representó un 46 % del PIB entre 2005 y 2010. El sector emplea al 84 % de la población activa y en 2010 generó un 26,4 % de los ingresos por exportaciones.
El FIDA financia proyectos de desarrollo agrícola en Níger desde 1980.