Nicaragua
El contexto
A pesar de que Nicaragua ha disfrutado de un período de estabilidad y crecimiento económico continuado durante el último decenio, sigue siendo el país con la renta per cápita más baja de toda América Central USD 2 086 en 2015.
En 2011, la tasa de pobreza general fue de 42,5 %, en tanto que el 14,6 % de la población vivía en situación de extrema pobreza. No obstante, en las zonas rurales, un 63,3 % de la población es pobre, y alrededor del 26,6 % lo es en extremo. Pese a los considerables avances, reducir la pobreza sigue siendo un importante desafío.
Los pequeños agricultores desempeñan un papel clave en el sector agropecuario nicaragüense: el 75 % de los agricultores poseen menos de 3,5 hectáreas, pero producen el 80 % de los granos básicos y el 65 % de los productos pecuarios. Los pequeños agricultores generan el 56 % de las exportaciones del sector que incluyen café, carne, maní, azúcar, sésamo, frijoles y productos lácteos.
El recuento de pobreza rural de 2014 (50,1 %) triplica con creces al recuento de pobreza urbana, y un 70 % de las personas pobres viven en el medio rural. Este porcentaje es aún más alto para los grupos desfavorecidos, como las comunidades indígenas y de afrodescendientes.
La vulnerabilidad de Nicaragua a los fenómenos climáticos influye enormemente en el rendimiento de su sector agrícola. En el pasado, la incidencia de fenómenos extremos, como los huracanes, ha tenido un efecto desproporcionado en este sector.
La estrategia
En Nicaragua, los préstamos del FIDA apoyan las actividades de las organizaciones de agricultores y del Gobierno orientadas a impulsar el crecimiento inclusivo del sector agropecuario como medio para reducir la pobreza, generar empleo y mejorar el consumo de alimentos de las familias, además de contribuir a la sostenibilidad y la reproducción de las buenas prácticas.
Los proyectos del FIDA han pasado de estar centrados en la seguridad alimentaria a dar prioridad al empleo y al desarrollo empresarial por medio de microempresas rurales, para luego centrarse en la inclusión de los pequeños agricultores en negocios a mayor escala y los productos de valor agregado.
Entre las principales actividades, cabe señalar las siguientes:
- facilitar el acceso a los activos, los mercados, las actividades generadoras de ingresos y las oportunidades de empleo;
- incrementar la productividad de la mano de obra mediante incentivos que faciliten el acceso a la información, las tecnologías y los servicios técnicos y financieros, y
- mejorar la sostenibilidad ambiental, fiscal e institucional.
Además, en colaboración con otros asociados para la cooperación, instituciones públicas y organizaciones de agricultores, el FIDA promueve la gestión de los conocimientos y la normalización de las innovaciones de éxito para lograr prácticas de desarrollo rural más eficaces.
Los resultados y las lecciones extraídas de la ejecución de proyectos se incorporan al diálogo con el Gobierno y a la elaboración de instrumentos normativos del sector, especialmente en lo que respecta a la inclusión de las mujeres y los pequeños agricultores en las cadenas de valor y su acceso a los mercados, así como el autoempleo y la creación de oportunidades laborales.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP):
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Datos sobre el país
Las carencias en materia de infraestructura, mano de obra calificada, servicios básicos y transporte obstaculizan el desarrollo de la agricultura en Nicaragua. En 2016, los trabajadores informales representaban el 75 % de la población activa del sector agrícola.
El FIDA financia proyectos de desarrollo agrícola en Nicaragua desde 1980.