Ghana
El contexto
Con una población de 27,4 millones de habitantes en 2015, Ghana, está situado al este de Côte d’Ivoire, en África Occidental, es históricamente una de las economías más exitosas del continente.
Pese al desarrollo de las reservas de petróleo, el crecimiento se ha ralentizado en los últimos años hasta llegar a un 3,6 % en 2016, según el Banco Mundial. El nuevo Gobierno, que llegó al poder tras las elecciones de diciembre de 2016, está tratando de enjugar el déficit fiscal.
Sin embargo, el reto más urgente es reducir las desigualdades sociales y la pobreza rural.
En el norte del país, las tasas de pobreza son dos y tres veces superiores a la media nacional.
El sector agrícola de Ghana está dominado por pequeñas explotaciones tradicionales, por lo general de menos de dos hectáreas. Los agricultores suelen ser de los más afectados por la pobreza y la inseguridad alimentaria en las zonas rurales, sobre todo las mujeres y las niñas.
Dadas las escasas opciones de empleo disponibles, muchos hombres y mujeres jóvenes abandonan sus aldeas y se trasladan a los núcleos urbanos. Estas migraciones conducen al envejecimiento y la pérdida de dinamismo de las poblaciones rurales, que registran mayores tasas de desempleo juvenil, subempleo y desigualdad social.
La demanda nacional y regional de cultivos alimentarios es abundante y las empresas agrícolas están interesadas en trabajar con los pequeños agricultores. Sin embargo, estas aspiran a forjar relaciones comerciales más formales a lo largo de las cadenas de valor.
Los pequeños agricultores de Ghana necesitan ayuda para pasar a un modelo de agricultura comercial moderno. En concreto, necesitan mejores infraestructuras, equipos, insumos y tecnologías, así como instalaciones para almacenar, transformar y comercializar la producción.
También necesitan ayuda para hacer frente a las amenazas relacionadas con el clima, como los períodos de sequía y la degradación y erosión de las tierras cultivables, así como las inundaciones intermitentes y los daños que estas provocan en las infraestructuras.
La estrategia
En Ghana, los préstamos del FIDA se utilizan para contribuir a reducir la pobreza de conformidad con la estrategia de desarrollo económico del Gobierno. Los proyectos respaldados por el FIDA ayudan a crear instituciones inclusivas y sostenibles, respaldadas por inversiones y políticas favorables a los pobres e iniciativas pertinentes en materia de innovación y de aprendizaje.
El FIDA respalda el Programa de Crecimiento y Desarrollo Compartidos de Ghana, que tiene como objetivo acelerar la modernización agrícola, potenciar la gestión sostenible de los recursos naturales y mejorar la competitividad del sector privado. La labor del Fondo también es coherente con las iniciativas emprendidas en el marco del Plan de Inversiones a Medio Plazo en el Sector Agrícola de Ghana, destinado a mejorar la seguridad alimentaria, aumentar los ingresos y reducir la pobreza rural.
Nuestras actividades tienen por objeto ayudar a la población pobre con espíritu emprendedor a aprovechar las oportunidades existentes a nivel local para mejorar sus medios de vida, y se dirigen a las mujeres, los pequeños agricultores y, en especial, a los jóvenes del medio rural. Las prioridades de inversión se basan en la demanda del mercado y en las oportunidades para forjar asociaciones público-privadas.
En resumen, el FIDA trabaja activamente para ayudar a la población rural a mejorar sus actividades agrícolas y no agrícolas, una labor que se ve favorecida por la sólida democracia de Ghana y su gran determinación para atraer inversión extranjera e interna con el fin de dar oportunidades a las mujeres y los hombres jóvenes de las zonas rurales.
Datos sobre el país
La agricultura ha sido el principal motor del crecimiento económico de Ghana en los últimos años y sigue siendo la principal fuente de sustento de la población, sobre todo para las personas más pobres.
Las tasas de pobreza son dos y tres veces superiores a la media nacional en el norte del país, donde la inseguridad alimentaria crónica sigue siendo un grave problema.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Ghana desde 1980.