Iraq
El contexto
El Iraq es un país de ingresos medianos altos rico en petróleo con una población de 38,4 millones de habitantes en 2018, de los cuales el 29,5% vive en el medio rural. Su sector agrícola es un componente esencial de la economía, aunque solo representa el 3 % del producto interno bruto (PIB).
La tasa de pobreza rural, del 31 % en 2012, es una consecuencia directa del rápido crecimiento demográfico, los conflictos y la inseguridad. Además, el cambio climático ha agravado la escasez de agua y ha acelerado la desertificación. El impacto de todos estos factores ha reducido las perspectivas de viabilidad de la agricultura de regadío y las opciones de las comunidades rurales para generar ingresos sostenibles.
A nivel nacional, se calcula que la tasa de desempleo es del 8 % (7 % entre los hombres y 12 % entre las mujeres). La tasa de desempleo juvenil (de 15 a 24 años) es elevada, del 16 % (30 % entre las mujeres y 15 % entre los hombres). En la mano de obra se observan desigualdades considerables. En comparación con los hombres, de los cuales un 75 % trabaja activamente, solo un 13 % de las mujeres trabaja o se encuentra en búsqueda de empleo, y la mayoría de las mujeres trabajadoras lo hace en el sector agrícola.
A pesar de estos problemas, el país presenta un gran potencial. En el Plan Nacional de Desarrollo del Iraq se ha determinado que la agricultura es uno de los sectores fundamentales para acelerar el crecimiento no basado en el petróleo y mejorar la distribución de los ingresos y la igualdad de género.
La estrategia
El acuerdo firmado recientemente entre el FIDA y el Iraq ha abierto la puerta para que el FIDA financie su primer proyecto de inversión agrícola en el Iraq después de la guerra. Hasta ahora, la contribución del FIDA al Iraq se había limitado a una donación regional en favor de la investigación agrícola.
El FIDA va a financiar un proyecto de inversión de siete años de duración a través de un préstamo y una donación de USD 16,23 millones, aproximadamente, que se complementarán con una donación de USD 2 millones con cargo al Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP).
El objetivo general de la actuación del FIDA en el Iraq es respaldar las prioridades del Gobierno y los programas nacionales de agricultura, que tienen por objeto aumentar la productividad y los ingresos de los pequeños agricultores y, al mismo tiempo, fomentar la resiliencia al cambio climático.
Las inversiones del proyecto permitirán modernizar la infraestructura de riego, mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición y reducir la pobreza gracias al aumento de los ingresos agrícolas y no agrícolas.
El proyecto contribuirá a reducir la vulnerabilidad y aumentar los ingresos de las comunidades rurales pobres en cuatro gobernaciones del sur del país (Missan, Muthana, Thi Qar and Qadisiyah), aumentar la resiliencia al cambio climático de los sistemas de producción agropecuaria en pequeña escala, y mejorar la productividad y rentabilidad de los pequeños productores agrícolas y ganaderos mediante el acceso a servicios financieros, tecnologías y mercados remunerativos.