Marruecos
El contexto
Tras los levantamientos que afectaron a otros varios países de África del Norte en 2011, Marruecos puso en marcha un programa de profundas reformas. El nuevo Gobierno, constituido en abril de 2017, se trazó el objetivo de impulsar una reforma de la economía y priorizar la creación de empleo.
Si bien la economía creció un 4,5 % en 2015, las tasas de crecimiento han sido tradicionalmente volátiles, dadas las variaciones que el clima impone a la producción agrícola. La agricultura representa el 14 % del producto interno bruto (PIB). De los 34,3 millones de habitantes que Marruecos tenía en 2015, casi el 42 % vive en zonas rurales, donde la agricultura y la pesca representan el 80 % de los ingresos.
En Marruecos la pobreza es un fenómeno esencialmente rural. Alrededor de tres cuartas partes de las personas pobres del país viven en las zonas rurales. Gracias a su ambiciosa iniciativa nacional para el desarrollo humano, la tasa de pobreza se redujo de 14 % a 6,2 % entre 2004 y 2011
Muchos pobladores del medio rural acceden apenas a una cantidad limitada de tierras cultivables sin irrigación, cuyo potencial agrícola es escaso. Dado que con frecuencia los agricultores no tienen títulos formales sobre las tierras, les resulta difícil acceder a los créditos que necesitan para diversificar sus fuentes de ingresos.
La mayoría de los marroquíes más pobres viven en las zonas montañosas, las estepas y las tierras áridas del sur del país. Los pequeños agricultores, las personas que se dedican a la pesca artesanal, las personas sin tierra, los trabajadores rurales, los jóvenes desempleados y las mujeres están entre los grupos más vulnerables.
La estrategia
En Marruecos, los préstamos del FIDA buscan mejorar los ingresos y las condiciones de vida de la población rural pobre.
Las actividades están dirigidas a los pequeños productores y los campesinos sin tierra, a los productores ganaderos en pequeña escala, a las mujeres del medio rural y a los jóvenes desempleados en las zonas más pobres del país.
Nuestro programa sobre oportunidades estratégicas nacionales (COSOP) para Marruecos, que está en consonancia con el segundo pilar de la estrategia del Plan Maroc Vert que el Gobierno del país adoptó en 2008 para revitalizar la agricultura, se centra en las regiones pobres donde la agricultura de secano es la principal fuente de ingresos.
Entre las principales actividades, cabe señalar las siguientes:
- aumentar la participación de las comunidades rurales en el proceso de desarrollo y potenciar las capacidades de organización y de gestión de las poblaciones rurales y de sus organizaciones de base;
- promover el acceso a servicios financieros apropiados y sostenibles, en particular adaptando los productos de microfinanciación a las necesidades de las mujeres y los jóvenes;
- establecer acuerdos amplios con las asociaciones locales para el desarrollo, las asociaciones agrícolas de usuarios de agua, las asociaciones de mujeres y las cooperativas de microfinanciación, y
- promover la agricultura como un negocio a través de un enfoque basado en la cadena de valor, tanto en las fases iniciales (producción) como en las finales (comercialización).
Para asegurar que los proyectos sean sostenibles, el FIDA busca compartir la responsabilidad por su éxito con las poblaciones rurales pobres.
Establecemos asociaciones sólidas con el Gobierno, los organismos públicos, las instituciones de investigación y otras asociaciones pertinentes.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP):
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Datos sobre el país
Se estima que unos 11 millones de marroquíes, alrededor de uno de cada tres, viven en zonas rurales.
La agricultura y la pesca, que generan un 80 % de los ingresos en las zonas rurales, representan casi un 20 % del producto interno bruto..
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Marruecos desde 1979.