El contexto

Nigeria es el país más poblado de África, con 182 millones de habitantes, y crece a un ritmo del 3 % anual. Unos 105 millones de nigerianos, o 59 % de la población, son menores de 35 años.

Nigeria, actualmente la economía más importante de África, abarca 92,4 millones de hectáreas y el 53 % de su población vive en zonas rurales. Su PIB creció un promedio de un 3,8 % entre 2009 y 2014 a medida que pasaba a ser un país de ingresos medios.

No obstante, en un contexto de caída en los precios del petróleo, riesgos de seguridad e incertidumbre política, el crecimiento se desaceleró sensiblemente. Ahora el Gobierno busca reducir la dependencia en el petróleo y diversificar el crecimiento.

La pobreza tiene particular incidencia en las zonas rurales, donde alcanza una tasa de 44,9 %. Los jóvenes no tienen oportunidades económicas, y los disturbios civiles esporádicos agravan la pobreza y la malnutrición.

Las mujeres y los hombres pobres del medio rural dependen de la agricultura: un 70 % de los habitantes de las zonas rurales son pequeños agricultores de subsistencia, que producen alrededor del 90 % del alimento de Nigeria en parcelas no irrigadas que dependen por completo de las precipitaciones.

En 2015, la agricultura representó un 21 % del producto interno bruto, pero numerosos obstáculos impiden el correcto desarrollo del sector. Apenas el 46 % de la tierra arable está cultivada. Dado que el 95 % de los terrenos agrícolas no tienen títulos, los agricultores no pueden acceder a financiación o invertir en mejoras. Las malas condiciones de los caminos rurales socavan la rentabilidad agrícola, aumentan los desechos e impiden acceder a los mercados, los insumos, los equipos y las nuevas tecnologías. Las escuelas rurales, la atención sanitaria y el suministro de agua limpia son inadecuados. El sobrecultivo, la deforestación y el sobrepastoreo han aumentado la degradación y la erosión de la tierra, y las sequías se han vuelto habituales en el norte.

La estrategia

Desde 1985, el FIDA ha sido un asociado de confianza de Nigeria para la reducción de la pobreza rural.

Gracias a nuestra pericia en el fomento de la capacidad, la productividad y la participación de la población rural en los mercados, los préstamos del Fondo ayudan a mejorar el alcance y sus repercusiones.

En consonancia con su Marco Estratégico para el período comprendido entre 2016 y 2025, el enfoque del FIDA insta a todos los niveles del Gobierno a participar en la reducción de la pobreza rural; establece organizaciones de agricultores y las fortalece, y contribuye al empoderamiento de la población rural pobre, sobre todo las mujeres y los jóvenes.

La estrategia actual el FIDA abarca el período comprendido entre 2016 y 2021, tal como se acordó con el Gobierno. La meta es una economía rural en la cual los destinatarios de nuestra ayuda puedan beneficiarse del crecimiento económico, en consonancia con dos objetivos estratégicos:

• avanzar hacia la inclusión económica y financiera sostenible y resiliente al cambio climático de los jóvenes en los agronegocios rentables, y
• fortalecer las instituciones a nivel estatal y comunitario para que colaboraren con las empresas privadas en las principales cadenas de valor.

El FIDA continúa trabajando con el Gobierno de Nigeria para fortalecer las instituciones rurales, fomentar iniciativas de desarrollo impulsado por la comunidad, desarrollar agronegocios pequeños y rentables y bregar por la inclusión financiera de los hogares pobres del medio rural.