El contexto

Las Islas Salomón constan de alrededor de 1 000 islas en el Pacífico suroccidental. Ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, este país, que ocupa el segundo lugar en el Índice de Riesgo Mundial de las Naciones Unidas, es sumamente vulnerable a los desastres naturales. El cambio climático está agravando estos riesgos. Un 80 % de los 650 000 habitantes del país residen en zonas rurales costeras en situación de riesgo y se enfrentan a carencias de acceso a la electricidad, las carreteras y los servicios.

La pequeña economía rural del país depende de la riqueza de sus recursos naturales, incluidos los minerales, la madera y el pescado. Con todo, y no obstante estos recursos, la mayoría de las personas no ha logrado aumentar sus ingresos. El sector agropecuario —que incluye la agricultura, la ganadería, la pesca en el litoral y la silvicultura— representa un 70 % del total del empleo.

Los bajos ingresos y la fuerte dependencia del arroz, los fideos y la harina importados han contribuido a la baja calidad de las dietas y la nutrición. Aunque producen gran parte de su alimento en huertas de subsistencia, los hogares consumen menos de la mitad de la cantidad recomendada de frutas y hortalizas.

Las Islas Salomón lograron dejar atrás un período de conflictos civiles en 2003. Aunque las funciones básicas del gobierno han sido restituidas y se ha comenzado a planificar el desarrollo a largo plazo, sigue siendo necesario fortalecer considerablemente las instituciones públicas y la infraestructura.

La estrategia

El FIDA trabaja con el Gobierno y sus asociados para invertir en las comunidades, revitalizar la agricultura y contribuir con el bienestar y la prosperidad de todos los habitantes de las Islas Salomón.

Como reflejo del Plan de Crecimiento e Inversión para el Sector Agrícola, una iniciativa decenal, la labor del FIDA en las Islas Salomón se centrará en lo siguiente:

• mejorar la productividad, la sostenibilidad y la resiliencia de la agricultura en pequeña escala;
• brindar educación en materia de nutrición para combatir la malnutrición;
• ayudar a los pequeños productores a acceder a tecnología e información agrícola, y
• vincular a los pequeños agricultores con los mercados.

Para lograr estos resultados, los pequeños productores necesitan acceder a mejores tecnologías agrícolas, insumos de buena calidad, operaciones poscosecha e información nutricional. El FIDA ayuda al Gobierno y al sector privado en el diseño y prestación de servicios de asesoramiento adaptados a las necesidades de los pequeños agricultores, con énfasis especial en las necesidades de los jóvenes y las mujeres.