Perú
El contexto
La economía del Perú, una de las de mejor desempeño en América Latina, le ha permitido recuperar de manera sostenida su ingreso per cápita, aumentar los niveles de empleo, disminuir las tasas de pobreza y reducir levemente la desigualdad.
Se estima que entre 2004 y 2010 unos 4 millones de personas salieron de la pobreza, cuya tasa se redujo a 31,3 %. Pese a ello, la tasa de pobreza rural sigue siendo alta.
La falta de oportunidades para las personas del medio rural ha ocasionado una fuerte emigración a los centros urbanos, cuyos mercados ofrecen más alternativas de medios de vida. Actualmente, tres de cada cuatro peruanos viven en zonas urbanas o cerca de ellas.
Por otro lado, pese a que la pobreza afecta tanto a las zonas urbanas como a las rurales, la inseguridad alimentaria es crónica en las regiones rurales, donde muchos pequeños agricultores cultivan productos alimentarios básicos a nivel de subsistencia. Por este y otros motivos, quienes nacen en Lima tienen una expectativa de vida casi 20 años más larga que quienes nacen en las tierras altas del sur.
El desarrollo rural se ve obstaculizado por los limitados vínculos con los mercados para los productos rurales y las características estructurales de las zonas rurales, entre otras, la fragmentación de la propiedad, la escasa cooperación entre los productores, la debilidad organizacional, la dispersión geográfica, la vulnerabilidad a los trastornos externos, climáticos y del mercado, un acceso limitado a los servicios y las innovaciones financieras, la falta de bienes y servicios públicos como la electrificación, los caminos rurales, las carreteras y los servicios de telecomunicaciones, y la falta de instituciones idóneas en los planos nacional, regional, local, público y privado.
La estrategia
En el Perú, los préstamos del FIDA buscan satisfacer las necesidades de los pequeños agricultores en las tierras altas del sur, la región más empobrecida del país, y dar respuesta a importantes desafíos en materia de recursos naturales, asistencia técnica, servicios financieros y gestión de la producción.
Entre las actividades figuran las siguientes:
- mejorar la propiedad y los recursos de los pequeños agricultores, potenciando la gestión de los recursos naturales, la concesión de títulos de propiedad y la resolución de los conflictos relativos a la tenencia de tierras;
- mejorar el acceso de los pequeños agricultores a los servicios financieros y de asistencia técnica al crear mercados, aumentar la capacidad local para contratar servicios y fortalecer a los proveedores de servicios institucionales y del sector privado;
- promover los vínculos entre las zonas rurales y las urbanas ayudando a los empresarios en pequeña escala a ampliar sus actividades no agrícolas y respaldando a los agricultores que establecen empresas agrícolas en las localidades cercanas pequeñas y medianas, y
- fomentar el desarrollo responsabilizando a las instituciones y las comunidades locales por las decisiones relativas a los fondos y la ejecución de los proyectos.
El FIDA también ha establecido un sistema de premios a la innovación y la conservación del conocimiento tradicional en el Perú. Entes las innovaciones cabe señalar concursos públicos para asignar recursos de desarrollo y gestionar los activos naturales, cuentas de ahorro para las mujeres del medio rural y transferencias directas de dinero para que los participantes en los proyectos puedan contratar asesores técnicos.
Ese tipo de mecanismos de inclusión social, que se están reproduciendo en los proyectos que el FIDA financia en países como Bolivia, Colombia, el Ecuador y Viet Nam, se han transformado en parte de la estrategia nacional del Perú para reducir la pobreza rural.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP):
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Datos sobre el país
- El sólido crecimiento del empleo y de los ingresos ha reducido drásticamente las tasas de pobreza en el Perú. Entre 2005 y 2015, la pobreza moderada se redujo del 45,5 % al 19,3 %, y la extrema del 27,6 % al 9 %.
- La falta de oportunidades para las personas del medio rural ha ocasionado una fuerte emigración a los centros urbanos. Tres de cada cuatro peruanos viven en zonas urbanas o cerca de ellas.
- El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Perú desde 1980.