Filipinas
El contexto
Más de la mitad de los 100 millones de habitantes de las Filipinas viven en zonas rurales, y de ellos, más de un tercio son pobres. La agricultura es la principal fuente de ingresos para la población rural pobre, y la única para muchos de los hogares más empobrecidos. Los medios de subsistencia de la mayoría de ellos dependen de la agricultura de subsistencia y de la pesca. En general, el analfabetismo, el desempleo y la pobreza tienen mayor incidencia entre los pueblos indígenas y quienes viven en las tierras altas y en las zonas costeras.
Los niveles de pobreza varían sustancialmente según la región y la provincia, y la brecha de pobreza entre las zonas urbanas y las rurales está aumentando. Las poblaciones indígenas que viven en los ecosistemas sumamente frágiles y vulnerables de las cordilleras y de las tierras altas y los altiplanos de Mindanao, y los agricultores y los pescadores de las zonas costeras propensas a los desastres y las zonas afectadas por los conflictos en la isla de Mindanao, están entre los más pobres del país.
En total, un 25 % de la población de las Filipinas es pobre. La incidencia de la pobreza es mucho más alta en las zonas rurales (36 %) frente a las urbanas (13 %).
Si bien las causas de la pobreza en las zonas rurales varían ampliamente de isla en isla, algunos factores comunes incluyen el declive de la producción agrícola, las actividades poco rentables de los agricultores en pequeña escala y las prácticas poco sostenibles, que han llevado a la deforestación y al agotamiento de las poblaciones de peces.
Las zonas rurales están rezagadas en materia de crecimiento económico y acusan tasas de desempleo más elevadas. En parte, esto se debe a su falta de acceso al capital productivo, al conocimiento y a la tecnología y a las limitaciones de acceso a los mercados. Las poblaciones rurales pobres tampoco tienen demasiadas opciones para generar ingresos a partir de actividades no agrícolas, y carecen de acceso a servicios de financiación asequibles.
La estrategia
En las Filipinas el FIDA está trabajando para ayudar a las poblaciones rurales pobres a mejorar sus ingresos y su seguridad alimentaria y brindar mejores alimentos, educación y atención de salud a sus familias.
Nuestra estrategia se centra en los grupos más pobres de las poblaciones rurales. Hace hincapié especial en las mujeres y en las poblaciones indígenas que viven en ecosistemas de elevada fragilidad y vulnerabilidad, en los pescadores costeros y en otros pequeños agricultores pobres y personas sin tierra.
Los programas y proyectos respaldados por el Fondo buscan mejorar el acceso a los mercados, a la tecnología y a los servicios financieros rurales. También tienen por objeto mejorar la gestión de los recursos naturales y el medio ambiente y brindar un acceso sostenible a los recursos terrestres e hídricos.
Las innovaciones fundamentales de las actividades respaldadas por el FIDA en las Filipinas incluyen garantizar el acceso de las poblaciones indígenas a la tierra en los dominios ancestrales y documentar las leyes consuetudinarias y las prácticas tradicionales.
Los proyectos también incorporan técnicas mejoradas para gestionar el suelo y el agua. Además, brindan apoyo a las comunidades pesqueras en lo referido a las prácticas de gestión de los recursos costeros y de protección medioambiental.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP):
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Datos sobre el país
De los 113 millones de habitantes de las Filipinas, más de la mitad vive en las zonas rurales, y de ellos, un 36 % son pobres y dependen de la agricultura como su principal, y muchas veces única, fuente de ingresos.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en las Filipinas desde 1978.