Joint Programme on Accelerating Progress towards the Economic Empowerment of Rural Women
Las mujeres del medio rural juegan un papel determinante para lograr los cambios transformadores en materia económica, medioambiental y social que son necesarios para un desarrollo sostenible. Garantizar su empoderamiento es indispensable para el bienestar de las personas, las familias y las comunidades rurales, así como para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030.
Sin embargo, muchas mujeres rurales siguen encontrando obstáculos considerables que limitan su capacidad para participar plenamente en actividades económicas rentables y beneficiarse de las mismas en condiciones de igualdad. El acceso restringido a los recursos y servicios, como la tierra, los medios financieros, la atención sanitaria, la educación, la información sobre los mercados, los insumos agrícolas y la tecnología, se ve agravado por impedimentos sistémicos de carácter más general. Todos estos condicionantes empeoran en tiempos de conflicto y durante las crisis alimentarias, económicas y ambientales.
El Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural es una iniciativa mundial cuyo objetivo general es garantizar los medios de subsistencia y los derechos de las mujeres rurales en el contexto del desarrollo sostenible y abordar los principales desafíos con que las mismas se enfrentan en Etiopía, Guatemala, el Kirguistán, Liberia, el Nepal, el Níger y Rwanda.
Llevado a cabo conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) y el PMA, este programa conjunto adopta un enfoque holístico del empoderamiento económico de la mujer rural, aprovechando las ventajas comparativas y los puntos fuertes de cada uno de estos organismos para mejorar la situación de las mujeres en el mundo rural.
El programa conjunto prevé los cuatro efectos principales siguientes:
- las mujeres rurales mejoran su seguridad alimentaria y nutricional;
- los ingresos de las mujeres rurales aumentan para preservar sus medios de subsistencia y crear riqueza;
- las mujeres rurales obtienen mayor liderazgo y participación en sus comunidades y en las instituciones relacionadas con el mundo rural, así como en la elaboración de leyes, políticas y programas, y
- se instaura un entorno normativo en el que se tienen más en cuenta las cuestiones de género para el empoderamiento económico de la mujer rural.
Abordar las causas profundas de la desigualdad de género tratando de superar los sistemas patriarcales y las normas sociales discriminatorias es crucial para eliminar las barreras que se oponen a la igualdad de género y conseguir el empoderamiento de las mujeres. Con el programa conjunto se abordan las limitaciones específicas de género con que se enfrentan las mujeres del mundo rural para tener acceso a los recursos y las oportunidades, y se adoptan medidas para aumentar su poder de acción y ampliar sus capacidades como agricultoras, emprendedoras y líderes.
Hasta la fecha, el Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural ha apoyado a más de 75.000 mujeres del medio rural y a 400.000 hogares mediante una serie de iniciativas integradas, gracias al generoso apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega y de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
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