Para ayudar a los jóvenes del medio rural a convertirse en personas productivas, conectadas y responsables de su propio futuro se necesita urgentemente disponer de inversiones. No obstante, en un mundo que cambia a gran velocidad, también debemos invertir en soluciones con las que hacer frente a los desafíos actuales. Además, tenemos que situar las necesidades de los jóvenes en un contexto más amplio.

Si las oportunidades escasean porque la transformación rural ha sido limitada, destinar las inversiones únicamente a los jóvenes tiene pocas probabilidades de generar beneficios sostenibles. Tenemos que impulsar la transformación rural en beneficio de todos. Todas las personas, incluidos los jóvenes, necesitan ser más productivas, estar mejor conectadas y ser más capaces de forjar su propio destino.

Los jóvenes tienen necesidades especiales. Puede que se topen con muchas dificultades para convertirse en empleados o emprendedores en cadenas de valor existentes; puede que no tengan las tierras necesarias para producir cultivos comerciales, y puede que carezcan de la financiación con la que iniciar empresas fuera del sector agrícola. Es ahí donde las inversiones específicamente destinadas a los jóvenes pueden ayudarles a superar limitaciones concretas.

¿Qué tipo de ayuda necesitan los jóvenes hoy en día?

¿Qué factores frenan el avance de los jóvenes? ¿Se enfrentan a limitaciones particulares de origen individual o familiar? ¿Cómo podemos solventarlas ahora? ¿Y más adelante?

Por ejemplo, para adaptarse al cambio climático, los productores tal vez necesiten acceder a tecnología móvil de bajo costo. Esto les ayudaría a acceder a la información que se actualiza constantemente en la web. Sin embargo, esta nueva generación de jóvenes productores también necesita contar con habilidades cognitivas y de otro tipo para poder interpretar los datos y saber cuál es la mejor forma de reaccionar.

Para ofrecer una respuesta eficaz tenemos que multiplicar las inversiones y hacer uso de ellas en el momento más adecuado. Por un lado, esas inversiones podrían destinarse a la recopilación y cotejo de la información relativa al cambio climático, y la provisión de infraestructura. Por otro lado, podrían destinarse a la educación y los sistemas de extensión con objeto de reforzar las habilidades cognitivas y no cognitivas. Un enfoque holístico ayudará a los jóvenes a adaptarse para volverse cada vez más productivos en un mundo en constante cambio.