LAS VOCES
DEL CAMPO
Desafíos. Esperanzas. Soluciones.
“Creo que con todo este trabajo, los campesinos de todo el mundo disfrutarán de un futuro más justo, con un medio ambiente saludable, acceso equitativo a alimentos saludables, agua de calidad y dignidad para todos”.
A la hora de abordar los cambios necesarios en nuestros sistemas alimentarios, los agricultores y ganaderos en pequeña escala de las zonas rurales son nuestros expertos sobre el terreno: saben lo que supone enfrentarse a retos como el cambio climático y lo que se necesita para producir buenos alimentos para la población.
Hemos charlado con agricultores y ganaderos en pequeña escala y pequeños productores de todo el mundo, hemos escuchado cómo describen los éxitos logrados y las dificultades que afrontan y queremos asegurarnos de que se tienen en cuenta sus opiniones
Conozca a las personas que constituyen el núcleo de nuestros sistemas alimentarios y descubra sus preocupaciones, esperanzas y soluciones para un futuro mejor.
-Temesgen Tchane -
Agricultor de trigo en Etiopía
“Pese a nuestra voluntad para mejorar nuestros medios de vida y las esperanzas de un futuro mejor, los riesgos y las preocupaciones por una reducción de nuestros ingresos anuales son reales”.
Su solución es
la siguiente: modernización.
Temesgen, un campesino que cultiva trigo en Etiopía, ha observado muchos cambios positivos últimamente. Sus cosechas ahora son más abundantes. Su alimentación y la de su familia es más saludable. Aunque está lejos de la ciudad, habla con entusiasmo del actual desarrollo rural y urbano.
Sin embargo, le preocupa que ese desarrollo no sea suficiente. El cambio climático ha dado lugar a sequías prolongadas, lo que ha supuesto que la espesa hierba boukaya compita con los tallos de trigo por los recursos. Una parte de cada cosecha se pierde por la sequía o los daños, así que la cantidad de producto comercializable es imprevisible.
No obstante, Temesgen es optimista y cree que la modernización es la clave. Espera que el acceso a tractores y equipo de otro tipo le ayude a trabajar con mayor eficiencia. Está buscando herramientas que le sirvan para limpiar la boukaya más rápido de lo que puede crecer. Le gustaría encontrar semillas de alta calidad que produzcan un trigo nutritivo y resiliente.
Mientras el mundo avanza por un camino de mayor sostenibilidad, Temesgen espera estar preparado con tecnologías que lo ayuden a mantener el sistema alimentario en funcionamiento.
- Shirley Casachagua -
Ceramista en Perú.
“No olvidemos que a las siguientes generaciones tenemos que dejarles dos legados: las raíces y las alas. Las raíces para mantenerse firmes y sostenibles en cuanto a sus principios y valores, y las alas para que puedan buscar nuevos horizontes y cumplir sus sueños.”
Shirley desea
un mundo equitativo, inclusivo
e interconectado
Shirley disfruta de la armonía en todo lo que hace. Puede sentir su conexión con la tierra en la cerámica que moldea, y su comunidad de mujeres artesanas se hace eco de sus experiencias y desafíos.
Tal vez no resulte sorprendente que le molesten todas las cosas discordantes: desconfía de las grandes agroempresas que se acercan a sus tierras ancestrales y le preocupan las fuertes oscilaciones de temperatura que provoca el cambio climático.
Lo más alarmante son todos los obstáculos que le impiden a ella y a otras muchas mujeres acceder a las oportunidades, las responsabilidades y el respeto de los que disfrutan los hombres en sus sociedades.
En cualquier caso, sabe que restablecer la conexión es la clave del progreso. Pide una mayor supervisión de las industrias que más contribuyen al cambio climático, espera que se amplíen las redes de telecomunicaciones.
Sobre todo, quiere que se ponga fin a las diferencias de género de todo tipo, para que las mujeres de todo el mundo puedan desarrollar plenamente su potencial.
- Shabana Bibi -
Agricultora y costurera en Pakistán.
“Solo puedo imaginarme un futuro mejor si se erradica la pobreza”.
Su solución es
la siguiente: financiación inclusiva.
El día de Shabana empieza antes de que amanezca. Cuando sus hijos se van al colegio, va directo al campo, todos los días del año, aunque esté enferma o las condiciones meteorológicas sean extremas.
Los días que la llaman para ir a un campo lejano, no vuelve a casa hasta el anochecer. Además, si recibe nuevos encargos de costura, cose hasta altas horas de la noche.
Pese al incesante trabajo suyo y de su marido, nunca ingresa lo suficiente para llegar a fin de mes. Siempre parece haber gastos inevitables a la vuelta de la esquina: recientemente, por ejemplo, el precio de las patatas se duplicó. Es un ciclo que Shabana y muchas otras personas que viven en la pobreza conocen demasiado bien.
Su situación está mejorando. Ahora tiene ganado para criar y vender, y algunos granos de trigo que puede emplear para iniciar su propia cosecha.
Y, sobre todo, incluso en los días más difíciles, nunca pierde de vista la razón por la que trabaja tan duro: está decidida a que sus hijos reciban una educación porque sabe que será su generación a la que se confiará el cambio.
En cualquier caso, por ahora quiere que los líderes mundiales sepan que la erradicación de la pobreza es imprescindible para lograr un verdadero progreso.
- Kinley Penjor -
Panadero en Bhután.
“Quiero pedir a los líderes mundiales que apoyen a los jóvenes de todo el mundo”.
Su ideal: educación, capacitación y buenos empleos para todos.
Mientras da forma a los postres en su bandeja de hornear de manera meticulosa, uno podría pensar que los futuros planes y esperanzas de Kinley se concentran en las maquinarias que le rodean.
Sin embargo, es muy consciente de los desafíos que afronta todo el sistema alimentario del que forma parte, así como del papel que puede desempeñar para mejorar la situación.
Sin ninguna duda, alguna de sus preocupaciones está relacionada con la repostería. Las máquinas no están automatizadas, así que es difícil atender la demanda. Además, Kinley tiene dificultades para conseguir ingredientes porque el cambio climático obstaculiza la producción de los cultivos de los agricultores a los que compra.
Sabe que negocios como el suyo son fundamentales para garantizar la subsistencia de los agricultores, y considera que la modernización de la tecnología de su pastelería serviría para aumentar de manera sostenible la producción y mantener el ciclo en funcionamiento.
Kinley agradece las oportunidades que ha tenido para desarrollar sus aptitudes
De cara al futuro, desea que otras personas también disfruten de oportunidades similares.
- Denise Cardoso -
Presidenta de una cooperativa de agricultores familiares en Brasil.
“ La gente no cree que podamos lograr que nuestra región sea viable. Sin embargo, poco a poco lo estamos logrando.”
Su solución es la siguiente: organización.
Hija de una familia de campesinos, Denise creció con las costumbres centenarias propias de su rincón del Sertão, la región semiárida del Brasil.
Con el paso de los años, vio de primera mano que la modernización amenazaba con relegar a su comunidad. Sin embargo, como ella y sus vecinos comprendían, las tradiciones a menudo se consideraban reliquias del pasado y, en realidad, contenían la clave para su futuro.
Actualmente, Denise es la presidenta de una cooperativa de más de 270 productores familiares que se dedican a transformar sus medios de vida compartiendo sus especialidades locales.
El umbú, por ejemplo, es un producto autóctono del Sertão que apenas se conocía fuera de la región. Sin embargo, gracias a la nueva planta de procesamiento, las mermeladas, las jaleas y los zumos de umbú que han elaborado durante generaciones se pueden encontrar ahora en las estanterías de las tiendas de comestibles de todo el país.
Denise sabe que tienen que seguir avanzando. Está trabajando constantemente para forjar nuevas alianzas.
Espera que se invierta más en la agricultura familiar para que comunidades como la suya puedan seguir produciendo de manera eficaz