Guatemala
El contexto
Guatemala ha hecho notables progresos en el logro de la estabilidad macroeconómica y democrática tras 36 años de guerra civil. Desde la firma de los acuerdos de paz en 1996, el país ha mejorado su acceso a los mercados internacionales gracias a diversos acuerdos comerciales.
Sin embargo, Guatemala, la mayor economía de América Central, tiene una de las tasas de desigualdad más elevadas de América Latina. Las tasas de pobreza, malnutrición y mortalidad infantil y materna, especialmente en las zonas rurales e indígenas, figuran entre las peores de la región.
La pobreza está generalizada en el país, y el 49 % de la población vive en zonas rurales. Guatemala se caracteriza por una distribución marcadamente desigual de la riqueza, los activos y las oportunidades: entre los años 2000 y 2014, la pobreza rural aumentó del 74,5 % al 76,1 %, y la pobreza rural extrema pasó del 23,8 % al 35,3 %.
Los jóvenes y las comunidades indígenas son los más vulnerables. Entre las poblaciones indígenas, que representan casi el 40 %de la población total, la tasa de pobreza es de aproximadamente el 80 %. Además, la malnutrición crónica afecta a casi la mitad de los niños menores de cinco años, sobre todo a los que residen en zonas rurales (53 %) y a los miembros de comunidades indígenas (61,2 %).
La mejora de los niveles de seguridad ciudadana es un desafío cada vez más importante para Guatemala. Los elevados índices de delincuencia y violencia entrañan enormes costos para la economía. Entre los grandes retos a los que se enfrenta el país también figuran el deterioro de los recursos naturales, la vulnerabilidad al cambio climático, la distribución profundamente desigual de los ingresos y la inclusión participativa de las distintas etnias del país.
La estrategia
En Guatemala, el FIDA y el Gobierno han unido sus fuerzas y están trabajando con los pueblos indígenas, los jóvenes y las mujeres para reducir la elevada incidencia de la pobreza en el país.
Entre las principales actividades, cabe señalar las siguientes:
- Promover un modelo de desarrollo impulsado por el mercado para las empresas y microempresas rurales del sector agrícola y no agrícola, lo que supone conectar a los pequeños empresarios rurales con operadores del sector privado a lo largo de las cadenas de valor.
- Desarrollar el capital social y humano de las comunidades. Eso implica fortalecer las competencias empresariales, en especial de las mujeres y los jóvenes rurales e indígenas, facilitar la consolidación jurídica de las asociaciones de pequeños agricultores y dar acceso a la población rural a las infraestructuras básicas.
- Fomentar el diálogo sobre políticas rurales favorables a los pobres y la planificación sectorial. El objetivo es lograr mejorar el diálogo nacional y la planificación y coordinación sectoriales a nivel del Estado, los departamentos y los municipios. En este sentido, será fundamental facilitar y promover la participación de las comunidades, en particular de aquellas que tradicionalmente han quedado relegadas, como es el caso de los pueblos indígenas.
Datos sobre el país
- Guatemala tiene la mayor economía de América Central pero también una de las más altas tasas de desigualdad de América Latina, así como algunos de los peores índices de pobreza, malnutrición y mortalidad infantil y materna, en especial en las zonas rurales e indígenas.
- La pobreza está generalizada y profundamente arraigada en el país, en el que alrededor del 49 % de la población vive en zonas rurales.
- Se concentra principalmente en las comunidades indígenas, que representan más del 40 % de la población total. Según los datos disponibles, ocho de cada diez personas de ascendencia indígena viven en situación de pobreza.
- El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Guatemala desde 1986