El FIDA y Noruega comparten una visión de un mundo pacífico sin pobreza y hambre. Noruega es un importante donante y un aliado clave en la elaboración de las estrategias y los procesos de reforma del Fondo, y existe una estrecha alineación entre el mandato del FIDA y los objetivos de la cooperación noruega para el desarrollo en Noruega.

El trabajo del FIDA en: la seguridad alimentaria y  la agricultura, en la adaptación climática, el género, el crecimiento económico inclusivo y el empleo juvenil en las áreas rurales, junto con su enfoque en los resultados y el compromiso con los altos estándares de monitoreo y evaluación, juegan un papel importante en el logro de las prioridades de Noruega en el contexto de la Agenda 2030.

La necesidad de alimentar a las poblaciones rurales y urbanas en crecimiento, y los patrones de consumo que están cambiando a productos de mayor valor, ofrecen perspectivas de ganancias en los ingresos y la creación de empleos en la agricultura y el sistema alimentario más amplio en las áreas rurales. Noruega reconoce la contribución estratégica del FIDA para abordar esta oportunidad.

Noruega, miembro fundador del FIDA, es actualmente miembro de la Junta Ejecutiva del Fondo, que proporciona liderazgo en particular en la incorporación de la perspectiva de género y clima, y ​​se centra en la gestión de riesgos, la transparencia, la relación calidad-precio y el impacto, así como un miembro del Grupo de Trabajo en el sistema de asignación basado en el rendimiento (PBAS). Noruega apoya la capacidad única del FIDA para garantizar la apropiación nacional de los buenos resultados de desarrollo rural.

El FIDA se centra exclusivamente en la reducción de la pobreza en las zonas rurales, donde vive el 80% de las personas más pobres del mundo. Invierte el 90 por ciento de las contribuciones de los Estados Miembros en países de ingresos bajos y medios-bajos, incluido el 50% en África y el 25% y 30% en situaciones frágiles. Estas inversiones ayudan a las mujeres y los hombres de las zonas rurales a producir más alimentos e iniciar negocios. También permiten a los pobres de las zonas rurales gestionar de forma sostenible los recursos naturales y participar activamente en las decisiones que afectan sus vidas.

Cada dólar que Noruega invierte en el FIDA entrega una inversión total a favor de los pobres equivalente a 4 dólares.