El mandato y las políticas del FIDA están estrechamente alineados con las prioridades y la visión de los Países Bajos.

Desde la creación del FIDA en 1977, los Países Bajos han sido un asociado y contribuyente fiable, apoyando el presupuesto básico del FIDA con un total de USD 717 millones y situándose entre los cinco principales donantes del Fondo. El FIDA puede aprovechar cada euro que aportan los Países Bajos para realizar una inversión total en favor de los pobres equivalente a 6 euros. Gracias a este apoyo básico, el FIDA empodera cada año a 120 millones de personas del medio rural en casi 100 países.

Además, los Países Bajos son uno de los mayores donantes de la cartera del FIDA financiada con recursos complementarios, con una contribución total de 201 millones de dólares. Este apoyo estratégico ha permitido al FIDA impulsar su labor en países concretos para fortalecer la agricultura en pequeña escala con el fin de lograr la seguridad alimentaria y nutricional.

Más allá de su importante contribución financiera, los Países Bajos apoyan al FIDA en la adopción de un enfoque basado en la demanda, contextualizado e integrado para centrarse en la transformación de las economías rurales y los sistemas alimentarios.