Desde conejos hasta búfalos, la ganadería es una fuente de sustento para las mujeres

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Desde conejos hasta búfalos, la ganadería es una fuente de sustento para las mujeres

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Para muchas mujeres del medio rural, la ganadería es una vía rápida hacia el empoderamiento. Aun así, muchas siguen teniendo problemas para acceder a ciertos elementos básicos, como la capacitación, la financiación y la tierra, debido a una serie de limitaciones económicas y sociales.  

No obstante, gracias al apoyo del FIDA, las mujeres de las zonas rurales se dedican a criar una gran variedad de criaturas, al tiempo que se ganan la vida y aumentan su empoderamiento. 

🐣 Ingresos por la cría de aves de corral 

Nadia brinda sustento a su familia a través de la cría y la venta de aves de corral © IFAD/Roger Anis

La vida rural puede ser especialmente dura para aquellos a los que les cuesta lidiar con las exigencias físicas de las tareas agrícolas. 

En Jordania, Nadia Hammad tiene una enfermedad crónica y su marido padece un trastorno debilitante que le impide trabajar, por lo que les resulta muy complicado mantener a sus cinco hijos. 

Sin embargo, Nadia ha encontrado la forma de salir adelante. Gracias a la donación que recibió del Proyecto de Inversión en el Sector de los Pequeños Rumiantes y de Apoyo a la Salida de la Pobreza de los Hogares en Transición, financiado por el FIDA, construyó una incubadora de huevos y comenzó a criar aves de corral. Los primeros seis meses, el proyecto también le proporcionó pequeñas sumas que le permitieron comprar huevos incubables y pienso para los polluelos. 

Ahora Nadia vende pollos a sus vecinos y también en un mercado de aves cerca de su aldea. Por primera vez en mucho tiempo, ya no se siente limitada. “Me hace feliz poder mantener a mis hijos y sentir que estoy haciendo algo”. 

🐰 Extraordinarios conejos criados en Rwanda 

Violet es una de las 400 mujeres de Zambia que recibieron conejos. © IFAD/Enoch Kavindele Jr

A pesar de que suelen encargarse del ganado familiar, las mujeres rurales de Zambia rara vez deciden en qué gastar los ingresos. En la actualidad, esta situación está cambiando gracias a unos aliados un tanto particulares: los conejos. 

Dedicarse a la cría y la venta de conejos resulta barato y fácil, por lo que esta actividad aporta ingresos fijos y una fuente fiable de carne nutritiva a los hogares. A través de la colaboración con el Programa Reforzado de Inversión Ganadera en Pequeñas Explotaciones, financiado por el FIDA, el Ministerio de Pesca y Ganadería de Zambia facilitó lotes de diez conejos (dos machos y ocho hembras) a 400 mujeres. A medida que se van multiplicando estos animales —cuyo ritmo de reproducción es notablemente elevado—, las mujeres de la comunidad se van pasando las crías de unas a otras.  

A Violet Banda, madre de seis hijos y jefa del grupo local de mujeres, la cría de conejos ahora le permite ofrecer tres comidas a sus hijos, en lugar de solo una. 

🦙 Afán de llamas 

Al igual que muchos habitantes del Altiplano de Bolivia, Andrea se dedica a la cría de llamas. © IFAD Bolivia/Juan Manuel Rada

Criada en la región del Altiplano de los Andes bolivianos, a Andrea Choque Paco siempre le enseñaron que, como mujer, su función era encargarse de las labores domésticas. Durante muchos años, se preparó para eso, hasta que el destino la llevó por otros derroteros.  

Al ser la única descendiente de su familia que regresó a su empobrecida comunidad rural tras haber emigrado a la ciudad, Andrea pasó a ser la heredera de su padre, a pesar de su género. 

Después de seleccionar y adquirir un conjunto de llamas a través del Programa de Fortalecimiento Integral del Complejo Camélidos en el Altiplano (Pro-Camélidos), Andrea y otros aldeanos caminaron 400 km a través de los Andes hasta la ciudad de Oruro para recogerlas. Ya de regreso en su aldea, cruzaron las nuevas llamas, de gran tamaño, con las robustas llamas locales, más pequeñas.  

Han pasado tres años desde que comenzó esta andadura épica, y el rebaño de Andrea ha pasado de 12 a 22 llamas saludables y de gran tamaño. Mientras que antes ganaba 116 dólares por llama, a día de hoy, uno solo de estos animales le reporta entre 175 dólares y 188 dólares.  

“Aunque no estoy casada, nunca he necesitado que un hombre me ayude”, cuenta Andrea. “Yo misma fabriqué los ladrillos para construir mi valla y mi casa. He demostrado que puedo desempeñar tanto labores de mujeres como de hombres”. 

🐃 Explosión de búfalos  

Sita Kumari recibió la formación y los instrumentos necesarios para establecer su propio negocio. © Krishna Lamsal/ASDP

Cuando estalló la pandemia de COVID-19 en Nepal, la familia de Sita Kumari Khamcha se vio destinada a endeudarse. Pese a todo, ahora posa orgullosa en el corral de sus búfalos, rodeada de los animales que han ayudado a su familia a retomar la senda hacia la prosperidad. 

En 2022, Sita Kumari se inscribió en un curso de capacitación sobre cría de ganado que se impartió a través del Programa de Desarrollo del Sector Agrícola, financiado por el FIDA. Gracias a los créditos concedidos por el programa, invirtió en la compra de dos búfalos. 

En la actualidad, su rebaño ha crecido y ahora cuenta con ocho búfalos, tres vacas y un ternero. Sita Kumari ordeña las vacas dos veces al día y vende la leche a una cooperativa local, con lo que gana hasta 1 000 dólares al mes. Con el dinero recaudado, ha liquidado la deuda familiar y ha comprado un carro para que su marido pueda ganarse la vida como chófer. 

“Aunque no sepa leer, ahora puedo ganarme el respeto como ganadera de éxito”, dice Sita Kumari.  

Pese a los numerosos desafíos que afrontan, las mujeres de todo el mundo están logrando salir de la pobreza por sí mismas, así como mantener a sus familias y prosperar, gracias a su leal ganado.