En Camboya, los sistemas agropecuarios integrados fortalecen la resiliencia climática

En todo el sudeste asiático, las inundaciones, las sequías y el aumento de las plagas provocados por el cambio climático han causado estragos en la agricultura, la seguridad alimentaria y la población.  

Sin embargo, en Camboya, donde predominan los pequeños productores, hay una solución sencilla que está teniendo un gran impacto: los sistemas agropecuarios integrados adaptados al paisaje. 

¿Qué son los sistemas agropecuarios integrados? 

Se trata de sistemas que poseen características únicas y están estrechamente relacionados con los paisajes en los que operan. Con estos sistemas, los productores pueden optar por aplicar las técnicas como un todo y no por sus ventajas individuales. Combinando distintos elementos, como la rotación de cultivos o el compost casero, pueden generar beneficios para los ecosistemas y aumentar su resiliencia climática.  

Cuando estos sistemas se diseñan correctamente y se utilizan las técnicas adecuadas para los contextos agroecológicos y las condiciones económicas locales, pueden aumentar la producción de alimentos y los ingresos, al tiempo que mejoran la calidad del suelo y reducen la necesidad de fertilizantes químicos y riego. 

Por ejemplo, con un sistema circular de producción agropecuaria, el ganado se alimenta de los subproductos de los cultivos, y sus excrementos se utilizan como un rico abono natural que aumenta la fertilidad del suelo para plantar otros cultivos, y así sucesivamente.  

Recursos mundiales para soluciones locales 

En Camboya, el FIDA colaboró con la Reseña Mundial de Enfoques y Tecnologías de la Conservación (WOCAT) y el Ministerio de Agricultura para introducir sistemas agropecuarios integrados. 

El primer paso consistió en combinar la experiencia acumulada a escala mundial, nacional y local. Gracias a la cartografía elaborada con sistemas de información geográfica (SIG) y a las imágenes obtenidas con drones, y tras consultar a las comunidades locales, el equipo clasificó las explotaciones en tres paisajes distintos: pequeñas explotaciones familiares, explotaciones familiares con arrozales colindantes y chamkar, que son tierras altas recientemente desbrozadas con pocas fuentes de agua.  

Cada uno de ellos presenta condiciones y necesidades muy diferentes para poder ser productivos y resilientes al clima. Los dos primeros tienen un acceso bastante bueno al agua y a la mano de obra, pero sistemas de cultivo diferentes, mientras que el tercero suele estar alejado de las fuentes de agua o de los hogares. 

A continuación, el equipo recurrió a la base de datos mundial de técnicas elaborada por la WOCAT y a las prácticas locales para encontrar las mejores soluciones y comprender cómo interactuaban.  

Por su parte, los productores recibieron capacitación y realizaron visitas sobre el terreno para aprender cómo podían beneficiarse de las técnicas integradas de producción agropecuaria. 

Luego, los extensionistas y los productores locales elaboraron 1 500 planes de explotación para comprender las necesidades de cada una de ellas a fin de aumentar su resiliencia climática y su productividad.  

Así, elaboraron conjuntos de prácticas integradas de producción complementarias para los tres paisajes, culturalmente aceptables y económicamente viables para los productores locales. 

El sistema de producción agropecuaria adecuado para cada contexto 

Un sistema agropecuario integrado en Camboya. © IFAD/ASPIRE

A partir de los planes de las explotaciones se elaboraron siete modelos de producción integrada. Cada modelo incluía componentes agroforestales con hortalizas y árboles para crear microclimas favorables y producir alimentos variados.  

Además: 

• Los tres modelos de explotación ofrecen opciones para la cría de ganado mayor o menor, así como la posibilidad de tener un pequeño estanque para peces y ranas. Cada uno de ellos forma parte de un sistema circular de producción agropecuaria, pero los costos de puesta en marcha varían, por lo que los productores pueden elegir el modelo que mejor se adapte a sus recursos. 

• Los dos modelos de explotación con arrozales también ofrecen la posibilidad de criar ganado o de cultivar peces en los propios arrozales. 

• En los chamkar, las explotaciones sin acceso al riego pueden practicar una agricultura de secano basada en el uso eficiente del agua, mientras que las que tienen acceso a fuentes de agua pueden utilizar pequeñas presas y producir cultivos comerciales de regadío. 

El diseño colaborativo funciona  

Un agricultor en Camboya con una cesta de berenjenas. © FAO/Than Rathany

 

Las mejores técnicas de producción integrada son las que realmente se utilizan.  

Los productores suelen utilizar prácticas que responden a sus principales preocupaciones: la producción y el beneficio económico. Gracias a ello, se han logrado varios resultados positivos en un corto período de tiempo. 

Una evaluación realizada en 2022 demostró que los productos suministrados tenían efectos socioeconómicos “muy positivos”. Las repercusiones ecológicas y para la salud también fueron positivas, y los participantes destacaron las mejoras microclimáticas conseguidas en cuanto a sombra, cortavientos, reducción de la temperatura y la evaporación, y calidad del agua. 

La forma más eficaz de aumentar el uso de los sistemas agropecuarios integrados es hacer participar a los productores en el proceso de toma de decisiones, informarles de las ventajas que pueden obtener y de los costos y beneficios de un enfoque concreto, y prestarles apoyo en materia de producción, nutrición y resiliencia. 

Esta colaboración con los productores significa que las soluciones seleccionadas son las que ellos mismos consideran útiles. Así es más probable que sigan utilizándolas, cosechando beneficios para la tierra y para ellos mismos. 

Consulte la investigación apoyada por el FIDA sobre las formas más eficaces de introducir técnicas de gestión sostenible de la tierra en los sistemas agropecuarios integrados en Camboya. 

Fecha de publicación: 07 diciembre 2023