Haití
El contexto
Haití es el país más pobre de América Latina y el Caribe, y tiene una de las tasas de desigualdad de ingresos más altas del mundo. En 2020, la tasa de pobreza alcanzó casi el 60 %. Dos tercios de la población pobre habita en zonas rurales. En 2021, 4,3 millones de personas (alrededor del 44 % de la población) sufrían inseguridad alimentaria aguda.
La historia de Haití ha estado marcada por la inestabilidad política y las grandes catástrofes naturales. La situación se deterioró aún más en 2021 con el asesinato del Presidente Jovenel Moïse. Tan solo unas semanas después, un violento terremoto de 7,2 grados de magnitud causó más de 2 200 muertos y daños por valor de USD 2,000 millones en el sur de Haití.
La agricultura y la pesca representan el 20 % del producto interno bruto (PIB) y generan empleo para la mitad de la población activa. Sin embargo, la contribución de la agricultura a la economía ha venido decayendo desde la década de 1980 y, en la actualidad, Haití tiene que importar una parte significativa de los alimentos que consume.
La productividad agrícola se ve seriamente limitada por una serie de factores. Los pequeños agricultores carecen de acceso a tecnologías y a elementos de producción esenciales, en especial a agua de riego. Las pérdidas poscosecha son considerables, a menudo debido a la falta de instalaciones de almacenamiento y procesamiento. Además, la infraestructura vial está en muy malas condiciones, y los pequeños agricultores y las familias rurales pobres apenas pueden acceder al crédito para financiar sus actividades productivas.
Así mismo, Haití es sumamente vulnerable a los desastres naturales y el cambio climático. La península del sur está particularmente expuesta a tormentas tropicales, huracanes, inundaciones y deslizamientos de tierra. Se espera que, en los próximos años, las temperaturas aumenten, las precipitaciones disminuyan y los fenómenos climáticos extremos se vuelvan más frecuentes e intensos. Las previsiones indican que el impacto de todos estos cambios acabará degradando los suelos y reducirá el rendimiento de los cultivos de regadío. También es probable que las tormentas dañen o destruyan cultivos, plantaciones, ganado e infraestructuras.
La estrategia
El FIDA es un socio fundamental para el desarrollo rural de Haití, y ha diseñado estrategias, metodologías y mecanismos de apoyo para garantizar la inclusión de la población rural pobre en el proceso de desarrollo del país
El Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales (COSOP) para el período 2013-2018, que se prorrogó hasta 2021, adoptó un enfoque holístico de la gestión de los recursos naturales, facilitando el acceso de los pequeños productores a los mercados y el crédito y fortaleciendo las organizaciones de base vinculadas a la agricultura.
Teniendo en cuenta la evolución tanto del contexto del país como del compromiso estratégico del FIDA en Haití, una nota de “transición” sobre la estrategia en el país abarcará el periodo 2022-2023 para posteriormente elaborar un nuevo COSOP para el período 2024-2028.
El objetivo estratégico de la nota sobre la estrategia en el país es reducir la pobreza rural y fortalecer la resiliencia climática de las comunidades rurales haitianas mediante las siguientes acciones:
- Promover una gestión sostenible e integradora de los recursos naturales, incluidos los costeros y marinos, adaptada al cambio climático;
- Fomentar ecosistemas económicos comunitarios sostenibles que diversifiquen los medios de vida y faciliten una buena nutrición;
- Invertir en el desarrollo del capital humano, en particular en la capacitación de las organizaciones comunitarias rurales responsables de la gestión de los recursos naturales.
Haití también se beneficia del uso de instrumentos para apoyar la planificación socioeconómica a nivel comunitario, el desarrollo de microproyectos y productos de microfinanciación y las inversiones comunitarias productivas.
Country Facts
- Haití se encuentra entre los 13 países más frágiles del mundo, ocupando el puesto 170 de los 189 países incluidos en el Índice de Desarrollo Humano en 2020.
- El sector agrícola proporciona empleo a cerca de la mitad de la población activa de Haití.
- La agricultura, la silvicultura y la pesca son el segundo mayor contribuyente al Producto Interior Bruto, después del sector de los servicios, y supondrán el 20,3 % del PIB en 2020.
- El FIDA trabaja con Haití desde 1978.