El contexto

Azerbaiyán es un país de ingresos medianos con una población de 9,9 millones de habitantes (2018) y una renta media bruta per cápita de USD 4 760 (2016). Los sectores del petróleo y el gas constituyen cerca del 60 % del producto interno bruto (PIB).

En los últimos 15 años el crecimiento económico ha reducido drásticamente la pobreza absoluta, que ha pasado de la mitad de la población en 2001 al 7,6 % en 2011, según las cifras oficiales.

Azerbaiyán se enfrentó a una crisis multifacética en 2016, cuando los bajos precios del petróleo provocaron una contracción de la economía, junto con una devaluación de la moneda y un aumento de la inflación. Desde entonces, el gobierno ha adoptado una serie de estrategoas para diversificar la economía y fortalecer el sector agrícola. Una mayor atención se concentra en la agricultura y en la elaboración de productos agrícolas. Aunque la agricultura solo aporta el 6 % del PIB, tiene un gran potencial para estimular el crecimiento del sector no petrolero, la creación de empleo y el aumento de la seguridad alimentaria en el país.

La cría de ganado, principalmente bovino y ovino, representa cerca de la mitad de la producción agrícola en valor. La mayoría de las explotaciones se compone de diversas parcelas de entre una y tres hectáreas, y una explotación típica puede contar con entre tres y diez animales solamente.

Los pequeños agricultores suelen tener escasos medios financieros y obtienen beneficios limitados de las actividades agrícolas. El cambio climático plantea problemas cada vez más graves a los agricultores, y la erosión del suelo amenaza la sostenibilidad.  El Gobierno se está esforzando por aplicar estrategias que permitan hacer frente a estas amenazas y ayuden a los pobres de las zonas rurales a mejorar sus condiciones de vida de forma duradera.

La estrategia

El FIDA ha disfrutado de una larga historia de asociación sólida y exitosa con el Gobierno de Azerbaiyán en la reducción de la pobreza rural y los esfuerzos generales de desarrollo agrícola, con intervenciones centradas en las zonas remotas del país donde existen bolsas de pobreza. El Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales (COSOP 2014-2020) para el país basado en resultados, se centra en la reducción de la pobreza y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades rurales desfavorecidas. Más concretamente, los proyectos del FIDA ayudan a la población rural pobre a acceder a los activos y servicios necesarios para la gestión sostenible de los recursos naturales, incluida la mejora del riego y la gestión de los pastizales, y a mejorar el acceso de los agricultores a las cadenas de valor rentables.

El Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales (COSOP) para el país tiene tres objetivos principales:

• aumentos sostenibles de la productividad, mediante una mejor gestión de los recursos naturales
• cadenas de valor rurales accesibles e inclusivas, que ofrezcan productos de calidad
• mejora de la capacidad y la gobernanza de las instituciones clave para el crecimiento rural inclusivo

Los proyectos completados han dado buenos resultados. Por ejemplo, el Proyecto de Privatización de Explotaciones Agrícolas fue pionero en una iniciativa de redistribución de tierras que condujo a la reactivación del sector rural y ayudó a Azerbaiyán en su transformación hacia una economía de mercado. El proyecto permitió el registro de los títulos de propiedad y contribuyó a la aparición de un mercado de tierras. El proyecto también fue pionero en la creación y el apoyo a las asociaciones de usuarios de agua, demostrando la viabilidad de la gestión participativa del riego. El Programa de Desarrollo Rural para Zonas de Montaña y las Tierras Altas se centró en el desarrollo participativo basado en la comunidad y en la inversión en infraestructura social, incluyendo el apoyo a la generación de ingresos en la productividad de los cultivos y el ganado, la transformación y la comercialización. El programa avanzó mucho en la adopción de servicios de mejora del ganado, la creación de grupos locales y asociaciones de productores, la introducción de la apicultura, la prestación de servicios financieros rurales, el desarrollo empresarial y la integración de la perspectiva de género.