Malawi
El contexto
Durante el pasado decenio, Malawi, país ubicado en África meridional, ha impulsado importantes reformas económicas y estructurales que le han permitido sostener sus tasas de crecimiento económico. No obstante, la pobreza sigue estando muy extendida y la economía, que no ha logrado diversificarse, es vulnerable a las perturbaciones externas. La población del país se estima en 16,8 millones de personas (datos de 2014).
Si bien en 2014 el PIB aumentó un 5,7 %, en 2015 el país se enfrentó al doble desafío del mal clima y la inestabilidad macroeconómica , lo que redujo el crecimiento a solo 2,8 %. Las inundaciones en el sur y la subsecuente sequía que afectó a todo el país provocaron una contracción de la producción agrícola. La producción de maíz, el principal cultivo en lo referido a la seguridad alimentaria, se contrajo un 30,3 %interanual. Como consecuencia, se estima que 2,8 millones de personas (un 17 %de la población) fueron incapaces de satisfacer sus necesidades alimentarias en el período 2015-2016.
Los medios de subsistencia de más de un tercio de los hogares del medio rural dependen exclusivamente de la agricultura y de la pesca. Otro 25 %combina el trabajo en sus granjas con otros empleos, principalmente en el sector agrícola. Los empleos en el sector agrícola, que están mal remunerados, son la principal fuente adicional de ingresos. La falta de oportunidades económicas y la estacionalidad de la agricultura de secano producen escaseces de mano de obra durante los períodos de mayor demanda de la temporada agrícola, y desempleo durante el resto del año.
La estrategia
En Malawi, los préstamos del FIDA buscan promover las prácticas agrícolas sostenibles e integrar al sector privado y a los pequeños agricultores en el desarrollo del valor.
Las actividades promueven vías de crecimiento a largo plazo para dos grupos:
- los pequeños agricultores pobres que viven en zonas con un potencial entre medio y alto y que tienen posibilidades de alcanzar la independencia económica, y
- los agricultores marginales y los hogares vulnerables, incluidos los hogares encabezados por mujeres, los jóvenes y los huérfanos.
Entre las principales actividades cabe señalar las siguientes:
- intensificar la producción, potenciar la gestión de los recursos naturales y mejorar el acceso a los mercados rentables para fortalecer la agricultura como el principal medio de subsistencia de los agricultores;
- ayudar a los agricultores marginales y a los hogares vulnerables a usar con eficacia sus recursos limitados y promover oportunidades de empleo fuera del sector agrícola para asegurar y diversificar sus medios de subsistencia, y
- fortalecer las instituciones y los recursos locales a nivel de comunidades y hogares.
Participar en el diálogo sobre políticas con otros donantes y con el Gobierno es un aspecto destacado en la agenda del FIDA en Malawi. Las esferas prioritarias de promoción incluyen el crecimiento agrícola impulsado por el mercado para reducir la pobreza, los marcos de incentivos para la agricultura y la necesidad de coherencia a la hora de aplicar políticas, en particular a nivel de las bases, a fin de alentar el surgimiento de operadores y organizaciones de agricultores del sector privado.
Datos sobre el país
En 2015, Malawi debió enfrentarse al doble desafío de la adversidad climática y la inestabilidad macroeconómica. Las inundaciones en el sur y la subsecuente sequía que afectó todo el país provocaron una contracción en la producción agrícola.
Los medios de subsistencia de más de un tercio de los hogares del medio rural dependen exclusivamente de la agricultura y de la pesca. Otro 25 %combina el trabajo en sus granjas con otros empleos, principalmente en el sector agrícola.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Malawi desde 1981.