En la Conferencia de Ministros de Agricultura en Berlín, la Vicepresidenta del FIDA insta a ejercer un liderazgo firme para atajar las causas profundas del hambre y la pobreza rural

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En la Conferencia de Ministros de Agricultura en Berlín, la Vicepresidenta del FIDA insta a ejercer un liderazgo firme para atajar las causas profundas del hambre y la pobreza rural

Roma/Berlín, 20 de enero de 2024. A medida que la crisis climática se intensifica y los múltiples conflictos aumentan la inestabilidad mundial, el compromiso y la firmeza del liderazgo político son más cruciales que nunca para abordar las causas profundas del hambre, la pobreza extrema y la desigualdad de los sistemas alimentarios, advirtió hoy Gérardine Mukeshimana, Vicepresidenta del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, en la Conferencia de Ministros de Agricultura que se celebra en Berlín con motivo de la 16.a edición del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura.

“En un año en el que casi la mitad de la población mundial acudirá a las urnas, es esencial no perder de vista las inversiones a medio plazo”, afirmó Mukeshimana. “No debemos permitir que el aumento de la demanda de asistencia humanitaria y los objetivos electorales a corto plazo hagan descarrilar los esfuerzos para crear sistemas alimentarios resilientes, sostenibles y equitativos. Estos sistemas desempeñan un papel esencial en la adaptación a las crisis mundiales por el alcance de las sinergias que pueden generar”.

“Estas crisis múltiples y complejas exigen que nuestros sistemas agrícolas y alimentarios estén preparados para el futuro a fin de hacer realidad el derecho humano a una alimentación adecuada”, se lee en el comunicado emitido hoy por el Foro Mundial de este año. En el texto también se reconoce “la necesidad apremiante” de “transformar la agricultura y los sistemas alimentarios para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, reducir la pobreza, promover la estabilidad y estimular el crecimiento económico”.

Los sistemas alimentarios, que abarcan todos los aspectos de la producción de alimentos, desde el cultivo hasta el consumo, y su interconexión con el medio ambiente y el bienestar humano, no han logrado ofrecer dietas nutritivas accesibles o asequibles para todos. En 2021, más de 3 000 millones de personas en el mundo no podían permitirse una alimentación saludable. Los sistemas alimentarios actuales son responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, del 80 % de la pérdida de biodiversidad y del 70 % del consumo de agua dulce.

“Para aprovechar la enorme oportunidad que ofrece la transformación de los sistemas alimentarios, tenemos que invertir en los cientos de millones de pequeños agricultores, que producen un tercio de los alimentos del mundo y hasta el 70 % de los alimentos en los países de ingreso bajo y mediano. Este es el único camino posible hacia un futuro de estabilidad y seguridad alimentaria, y es con mucho el más eficaz en función de los costos”, afirmó Mukeshimana, ex Ministra de Agricultura y Recursos Animales de Rwanda.

Se calcula que el costo de la inacción para las personas y el planeta asciende a 12 billones de dólares de los Estados Unidos al año en daños ambientales, sociales y económicos que afectarán a las comunidades, las familias, los medios de vida y las vidas. Este costo es mucho mayor que el de tomar medidas, estimado entre 300 000 y 400 000 millones de dólares anuales en inversiones adicionales al año, lo que representa menos del 0,5 % del producto interno bruto mundial. Además, la transformación de los sistemas alimentarios puede ayudar al mundo a abrir nuevas oportunidades de negocio por valor de 4,5 billones de dólares al año.

Mukeshimana también destacó que la inversión en el desarrollo rural a medio y largo plazo ha demostrado ser una de las formas más eficientes de apoyar a las poblaciones rurales pobres, que además propicia su empoderamiento. Por cada dólar invertido en el fomento de la resiliencia para que las personas puedan resistir y hacer frente a las crisis y los fenómenos meteorológicos extremos, pueden ahorrarse hasta 10 dólares en asistencia de socorro en el futuro.

“Invertir en la resiliencia es tan urgente como atender las necesidades humanitarias. A largo plazo, el fomento de la resiliencia permitirá salvar más vidas y mejorar más medios de vida, y es una solución sostenible. Contamos con el apoyo de Alemania para seguir demostrando su liderazgo y su compromiso con la reducción del hambre y la pobreza y el aumento de la resiliencia en las zonas rurales”, declaró Mukeshimana.

El FIDA, el único organismo de las Naciones Unidas que invierte exclusivamente en las zonas rurales, se encuentra actualmente en la fase final de su Decimotercera Reposición de los Recursos, que se puso en marcha el pasado mes de febrero. El FIDA ha hecho un llamamiento para movilizar nuevos fondos por valor de 2 000 millones de dólares con el fin de respaldar un programa de trabajo trienal (2025‑2027) valorado en 10 000 millones de dólares y beneficiar así a más de 100 millones de habitantes del medio rural durante estos tres años. Aunque la ronda de consultas del año pasado culminó en una sesión de presentación de promesas de contribución celebrada en París en diciembre, en la que un total de 48 países se comprometieron a aportar 1 076 millones de dólares, una cifra sin precedentes, el FIDA espera que muchos más Estados Miembros presenten promesas de contribución en los próximos meses. Los recursos del Fondo se reponen cada tres años gracias a las contribuciones de los Estados Miembros.



Comunicado de prensa n.º: FIDA/04/2024

El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado más de USD 24 000 millones en donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos en países en desarrollo.  

En el banco de imágenes del FIDA, una amplia gama de fotografías de la labor del FIDA en las comunidades rurales está disponible para descarga.