Energía limpia para comunidades rurales prósperas

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Energía limpia para comunidades rurales prósperas

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
© IFAD/Carlos Sánchez Navas

En un planeta en el que las temperaturas aumentan a un ritmo vertiginoso, urge una rápida transición hacia las energías limpias. A fin de evitar los peores efectos del cambio climático, debemos alcanzar dos hitos: reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y lograr cero emisiones netas para 2050.

Pero para el desarrollo de las comunidades pobres de las zonas rurales se necesita energía. Las fuentes renovables, como la energía solar y el biogás, permiten a las poblaciones rurales prosperar sin depender de combustibles fósiles y de madera contaminantes.

La energía solar ayuda a las comunidades a crecer

El árido Altiplano boliviano se encuentra a la sombra de los Andes. Aquí, René Soto Vadillo, como sus padres antes que él, solía tener que acarrear agua por varios kilómetros para dar de beber a su rebaño de llamas y alpacas.

Por eso, cuando en el marco del Programa de Fortalecimiento Integral de la Cadena de Valor de los Camélidos en el Altiplano Boliviano (Pro‑Camélidos), financiado por el FIDA, se descubrió una masa de agua oculta bajo el suelo seco, René se alegró mucho. Gracias a este programa se instalaron bombas de agua alimentadas por energía solar, que ahora proporcionan agua a su rebaño sin liberar carbono en el delicado ecosistema de alta montaña.

René, en los Andes bolivianos, muestra a su vecina Elena cómo funciona la nueva bomba de agua de la comunidad. © IFAD/Carlos Sánchez Navas

Los sistemas de riego con energía solar también han llevado la prosperidad a las mujeres del medio rural en Rwanda. Antes, Goretti Uwitije y su cooperativa agrícola no podían cultivar suficientes hortalizas para cubrir los gastos de funcionamiento de su sistema de riego alimentado por combustible. Gracias al Programa Conjunto para Acelerar los Progresos hacia el Empoderamiento Económico de la Mujer Rural, respaldado por el FIDA, ahora disponen de un sistema de riego alimentado por el combustible más abundante de todos: el sol.

“Ahora estoy muy contenta”, dice Goretti. “Los ingresos de nuestra cooperativa han pasado de menos de 200 000 francos rwandeses a más de 2 millones de francos (1 848 dólares de los Estados Unidos) por temporada gracias a la venta de las frutas y hortalizas cultivadas en tierras regadas con el sistema de riego solar”.

En Rwanda, los ingresos de Goretti han aumentado y ahora puede mantener a su familia. © WFP/JohnPaul Sesonga

El biogás impulsa una economía circular

El estiércol de ganado y los residuos de cultivos en descomposición pueden ser fuentes importantes de metano, un gas de efecto invernadero extremadamente potente con un poder de calentamiento 80 veces superior al del dióxido de carbono. Sin embargo, con el apoyo del FIDA, los pequeños agricultores están transformando estos residuos nocivos en energía limpia.

Mediante sistemas de procesamiento conocidos como biodigestores, los residuos se convierten en biogás, que es más limpio que el metano. Se trata de una solución beneficiosa tanto para las personas como para el planeta: los agricultores reducen sus gastos en combustible y el tiempo dedicado a la recolección de leña, a la vez que reducen la contaminación y la deforestación.

Para muchas mujeres, que suelen encargarse de recolectar leña, una tarea que requiere mucho tiempo, el biogás supone un cambio radical. Tabitha Juma, agricultora keniana, solía pasar varias horas a la semana recogiendo leña para cocinar.

Pero el digestor de biogás que su familia recibió a precio subvencionado en el marco del Proyecto para la Gestión de los Recursos Naturales de la Cuenca Alta del Río Tana le ha facilitado la obtención de gas limpio y abono. Ahora, Tabitha tiene más tiempo para dedicar a su huerto.

Tabitha, en Kenya, aprovecha su nuevo tiempo libre para cultivar y vender tomates, cebollas, maíz y frijoles, entre otros productos. © IFAD/Translieu/Samuel Nyaberi

Las empresas rurales también pueden utilizar el biogás para crear una economía circular. Con el apoyo de la segunda fase del Programa de Desarrollo de las Cadenas de Valor, en Nigeria, el Centro de Elaboración de Yuca de Lokogoma produce biocombustibles a partir de los residuos orgánicos de la elaboración de la yuca. Con este combustible se alimentan las freidoras utilizadas para producir harina de yuca, conocida como garri, un alimento básico en África Occidental. La producción del centro ha pasado de 100 kilos a 1,8 toneladas y ahora exporta garri al Níger.

Con el impulso del sector privado

En Camboya, el FIDA concede donaciones a empresas prometedoras que se dedican a las energías renovables, lo que les permite probar sus productos, establecer cadenas de valor y acceder al mercado.

Con la ayuda del proyecto de ampliación de escala de las tecnologías de energías renovables, Khmer Green Charcoal ha encontrado nuevos mercados rurales para sus briquetas de biocarbón fabricadas con cáscaras de coco y otros residuos agrícolas. Cada kilo de briqueta de biocarbón evita la tala de 6,5 kilos de madera en los frondosos bosques de Camboya. Estas briquetas las utilizan ahora más de 3 000 avicultores para calentar a los polluelos.


El FIDA está comprometido con el desarrollo rural impulsado por energías limpias. A medida que los países reduzcan sus emisiones, ayudaremos a los pequeños agricultores de todo el mundo a poner de su parte para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de aquí a 2050.

Consulte más información sobre el enfoque del FIDA en materia de energías renovables para la agricultura en pequeña escala.