Todo el mundo merece tener la oportunidad de prosperar

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Todo el mundo merece tener la oportunidad de prosperar

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
© Eric Alaye 

Nigeria, la economía más importante de África y con una población que superará la de los Estados Unidos para 2050, es un país que rebosa oportunidades. Sin embargo, una de cada tres personas jóvenes con menos de 30 años está desempleada. Adaeze Usoh, que dirige el equipo encargado de las relaciones con los inversores en Babban Gona, que en lengua hausa significa “gran granja”, nos cuenta lo que está haciendo esta empresa social centrada en los agricultores para aprovechar este potencial. 

Con demasiada frecuencia, las perturbaciones climáticas, el estancamiento de la economía y los disturbios sociales han propiciado los desplazamientos en África. En Babban Gona, hemos dedicado los últimos 10 años a evitar esta situación creando oportunidades de empleo en la agricultura sostenible en beneficio de la población de Nigeria. De esta manera, eliminamos las causas profundas de la violencia y estimulamos el crecimiento económico para que nadie se vea obligado a abandonar su lugar de origen. 

Hasta la fecha, hemos colaborado con más de 300 000 agricultores en pequeña escala, hemos invertido 200 millones de dólares de los Estados Unidos en la población vulnerable y hemos creado más de 600 000 puestos de trabajo en el sector agrícola. Estamos orgullosos de ser el principal productor de maíz de África.  

Desde que asumí la jefatura del equipo encargado de las relaciones con los inversores en 2018, he sido testigo del impacto que ha tenido Babban Gona en las comunidades agrícolas de Nigeria, gracias a la creación de empleo, el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y el fomento del crecimiento económico en todo el país.  

Asociaciones poderosas 

Babban Gona ha ido ganando terreno y nuestras asociaciones han desempeñado un papel fundamental en este sentido. El préstamo de 5 millones de dólares que nos concedió el FIDA en 2021, su primera inversión en una empresa del sector privado, suscitó la confianza de otros inversores. Desde entonces, hemos recibido más del doble de esa cantidad de otros inversores, lo que nos está ayudando a ampliar nuestro mercado a seis regiones en el país. 

En la última temporada agrícola, prestamos apoyo a más de 95 000 pequeños agricultores que cultivaban unas 65 000 hectáreas de tierra. Impartimos capacitación a 138 000 empresarias en estrategias de precios y en la elección de los mejores productos y lugares para comercializarlos.  

La asociación con el FIDA nos ha brindado herramientas para estrechar nuestra colaboración con las mujeres a través de programas como la Iniciativa para las Mujeres en el Desarrollo Económico, que las ayuda a superar los obstáculos sociales y emprender actividades comerciales con buenos rendimientos.  

Las instituciones financieras internacionales pueden y deben realizar mayores esfuerzos  

Las instituciones financieras internacionales deben esforzarse por conceder préstamos a bajo interés a las empresas rurales. © Eric Alaye

 

No cabe duda de que las instituciones financieras internacionales, como el FIDA, han influido positivamente en el sector privado del medio rural, pero todavía queda mucho por hacer. 

Podrían conceder préstamos a bajo interés y adaptarlos específicamente a las empresas rurales, además de diseñar otras soluciones financieras que atiendan las necesidades particulares de los pequeños agricultores y, en paralelo, apoyar también la movilización de expertos técnicos para aplicarlas. 

Por ejemplo, el FIDA ha invertido más de 3 000 millones de dólares en sistemas de financiación rural en más de 70 países. Hoy son líderes en la gestión de riesgos agrícolas, gracias a programas como Seguros para el Fomento de la Resiliencia y el Desarrollo Económico de las Zonas Rurales (INSURED) y Gestión de Riesgos para el Desarrollo Rural: Promoción de Innovaciones en Microseguros (MRRD).  

Además de aportar contribuciones financieras directas, las instituciones financieras internacionales podrían invertir en el desarrollo de infraestructura rural, como carreteras y puentes, que, como es sabido, mejoran el conjunto del entorno empresarial en las comunidades rurales.  

Estas medidas generales repercuten enormemente en la vida de las personas. Grace, que se dedica a la avicultura, solía tener problemas para llegar a fin de mes y sacar adelante a sus cuatro hijos tras la muerte de su marido. En 2021 se unió a Babban Gona y recibió 200 aves. Sus ingresos se quintuplicaron: pasó a ganar 500 dólares al mes.  

Gracias a asociaciones como la que hemos establecido con el FIDA, podemos transformar la vida de personas como Grace. De cara al futuro, nuestro objetivo es convertirnos en una empresa de impacto pionera y prestar apoyo a los más necesitados, no solo en Nigeria, sino en todo el continente africano.