Un año de historias del medio rural

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Un año de historias del medio rural

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
© IFAD/Roger Anis

Para las personas de las zonas rurales de todo el mundo, 2023 ha sido un año sin precedentes.

Un año en que los efectos del cambio climático se han multiplicado a lo largo y ancho del planeta y en que El Niño presagió las repercusiones del aumento de las temperaturas. Un año en el que los conflictos y la subida de los precios pusieron de manifiesto la fragilidad de nuestros sistemas alimentarios y la importancia de fomentar la resiliencia.

También ha sido un año de llamamientos para lograr cambios. En la COP 28, instamos a la comunidad internacional a que tomara medidas en favor de la población rural. El Presidente del FIDA pidió a nuestros Estados Miembros que aumentaran sus inversiones en las personas que viven en las zonas rurales. El Vicepresidente Adjunto del Departamento de Administración de Programas del FIDA escribió sobre la importancia de invertir en la población rural, inspirándose en historias de todos los rincones del planeta.

Para un gran número de personas que participan en proyectos respaldados por el FIDA, este año ha traído un cambio en su vida.

A continuación recordamos algunas de las historias que hemos contado en 2023.

Cambiar la vida de las personas en todas las regiones

En la República Democrática Popular Lao, Si Phut aprendió a incorporar otros productos en la alimentación de su familia aparte del arroz. “No sabía que era importante consumir hortalizas y diversificar la alimentación”, reconoce. “Mi hijo ha crecido sano y fuerte y nunca se pone enfermo”.

Hubo un tiempo en que la familia de Amina Sana's tuvo dificultades para adquirir alimentos en el mercado local de Madagascar. Gracias a un proyecto del FIDA, ahora es dueña de un rebaño de cabras y siempre tiene leche para consumo propio y para vender.

Colaboramos con productores de té en las exuberantes colinas de Sri Lanka para poner en práctica nuevas técnicas de plantación y diversificar sus fuentes de ingresos. Padma Nandani duplicó sus ingresos gracias al apoyo que recibió para establecer un vivero de té destinado a la comercialización. “Mi hija me dijo que trabajara duro y la ayudara para que así, un día, pudiera ser ella quien me ayudara a mí”, dice Padma.

Agricultores como Padma Nandani duplicaron sus ingresos cuando recibieron ayudas para crear viveros de té. © IFAD/Ruvin de Silva

Al introducir el llantén menor en su plantación de bananos en Benin, Constance Zankran diversificó sus cultivos e invirtió en maquinaria para procesar y conservar los alimentos que produce.

El joven universitario Ahmed Youssef se vio obligado a abandonar su pueblo natal en Siria. Como refugiado en Jordania y con la donación que recibió en el marco de un proyecto del FIDA, hizo de su afición de crear mosaicos un negocio que dio empleo a ocho personas.

Echar la vista atrás y mirar al futuro

Una pareja de Bangladesh en 1987 recibe un préstamo del FIDA. © IFAD/Anwar Hossain

Al iniciar la Decimotercera Reposición de los Recursos del FIDA, nos detuvimos a examinar nuestra labor en la transformación del futuro de las personas del medio rural en los últimos 50 años, desde la erradicación de pestes letales en África hasta ser de los primeros en invertir en Grameen Bank, institución de microcrédito galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

Demostramos cómo distintas formas de financiación a escala mundial pueden contribuir al desarrollo rural y explicamos la importancia de la población rural a la hora de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Indagamos en cómo ha de ser el verdadero desarrollo sostenible y extrajimos enseñanzas sobre cómo lograr que la población de las zonas rurales prospere.

También desvelamos cómo funcionan realmente los proyectos del FIDA.

Nuevos y viejos métodos

Celebramos a los pueblos indígenas y aprendimos cómo contribuyen a mitigar el cambio climático. © IFAD/Giancarlo Shibayama/Factstory

Este año celebramos el papel fundamental que desempeñan los Pueblos Indígenas en la configuración del FIDA y del planeta. También conocimos la percepción que tiene la gente joven Indígena de los efectos del cambio climático.

Enseñamos cómo los pequeños productores están modernizando los antiguos sistemas de riego para conservar el agua, cómo los ganaderos están cambiando de métodos para ser más respetuosos con el clima y cómo las escuelas pueden ser lugares donde niños y adultos aprenden sobre alimentación y nutrición.

Las personas de las zonas rurales están utilizando nuevas herramientas para mejorar sus actividades comerciales. En Asia Meridional, por ejemplo, fuimos testigos de la aplicación de tecnología digital por parte de las mujeres del medio rural para vender tomates y tulipanes. También de cómo, en todo el mundo, los datos geográficos ayudan a crear mapas específicos de los países con indicadores que alertan a los productores de cambios en el régimen de precipitaciones y les permiten conocer la ubicación de ferrocarriles e incluso la densidad animal.

Un mosaico de vidas rurales

Celebramos la fuerza y el liderazgo de las mujeres rurales. © IFAD/Jjumba Martin

Les presentamos a las personas de las zonas rurales que contribuyen a la prosperidad del planeta.

Estas personas preservan nuestros recursos hídricos y protegen nuestros ecosistemas. Contribuyen a la transformación de nuestros sistemas alimentarios y fomentan su sostenibilidad.

Nos reunimos para cantar con las mujeres del medio rural y rendir homenaje a su fuerza y liderazgo en todo el mundo. Revelamos la función esencial que desempeñan las personas con discapacidad, la gente joven y los Pueblos Indígenas en la configuración del futuro próspero que todos anhelamos.