Un nuevo informe confirma la drástica disminución en la financiación para el clima que se destina a los pequeños productores

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Un nuevo informe confirma la drástica disminución en la financiación para el clima que se destina a los pequeños productores

“De no hacer nada, estaremos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria mundial”, ha afirmado el presidente del FIDA

©IFAD/FAO/WFP/Michael Tewelde

Roma, 22 de noviembre de 2023 - Con motivo de la inminente celebración de la COP28, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) insta a los lideres mundiales a cambiar de actitud y aumentar radical y urgentemente la financiación para el clima, que se destina a los pequeños productores y las pequeñas empresas agrícolas que producen un tercio de los alimentos del mundo y hasta el 70% de los alimentos de los países de renta baja y media. Muchos se ven brutalmente afectados por el cambio climático.

Sin embargo, la financiación de la lucha contra el cambio climático destinada a los sistemas agroalimentarios a pequeña escala ha disminuido en un 44% y en la actualidad representa tan sólo el 0,8% de la financiación total de la lucha contra el cambio climático, muy por debajo de las necesidades. El nuevo informe publicado hoy por la ClimateShot Investor Coalition (CLIC) y la Climate Policy Initiative (CPI) revela.

“Es una tendencia muy preocupante. Vamos en la dirección opuesta a la deseada. Los pequeños productores, que alimentan a comunidades y países enteros del mundo en desarrollo, deben poder adaptarse ya al cambio climático. De no hacerlo, sus vidas y medios de subsistencia —así como la seguridad alimentaria mundial— están en peligro”, ha afirmado Álvaro Lario, presidente del FIDA.

Los pequeños productores los principales afectados por el cambio climático, ya que a menudo viven en zonas vulnerables y expuestas a los fenómenos meteorológicos extremos. Se prevé que, para finales de siglo, el rendimiento de los cultivos se reducirá hasta un 25 %. En algunos casos, el rendimiento podría llegar a disminuir de manera drástica hasta un 80 %, como pusieron de relieve los estudios de caso encargados por el FIDA en 2021. Gran parte de los 3 000 millones de personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo dependen, en gran medida, de las pequeñas explotaciones agrícolas para ganarse la vida y alimentarse.

A pesar de eso, según el nuevo análisis titulado “The Climate Finance Gap for Small Scale Agrifood System”, la financiación para el clima que se destina a los sistemas agroalimentarios en pequeña escala (los cuales abarcan a los pequeños productores, las organizaciones de productores, las cooperativas y también las microempresas y pequeñas empresas agrícolas del medio rural que los abastecen) es sorprendentemente escasa, pues apenas alcanza los 5 530 millones de dólares de los Estados Unidos, esto es, menos del 0,8 % de la financiación para el clima mundial en 2019/2020. Esta cifra ha disminuido un 44 % con respecto al período 2017/2018, en el que ascendió a 9 850 millones de dólares.

Este descenso en la financiación contrasta con el aumento generalizado de la financiación para el clima en otros sectores, como la energía y el transporte, pero coincide con la reducción del 20 % registrada durante el mismo período en los sectores de la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra.

“Las inversiones se están ralentizando justo cuando deberían acelerarse de forma contundente. Es muy preocupante, porque existen soluciones que permitirían a los pequeños productores adaptarse”, ha afirmado Lario. “Ya contamos con las tecnologías y los conocimientos especializados necesarios, lo que necesitamos ahora son inversiones”.

La infraestructura y los sistemas de riego de bajas emisiones y resilientes al clima, las prácticas agroecológicas y de agrosilvicultura, la mejora de las prácticas para la gestión del suelo y la diversificación de los cultivos son soluciones que se adaptan específicamente a las pequeñas explotaciones agrícolas. Además, los sistemas de alerta temprana e información climática y las infraestructuras resistentes al clima, como los depósitos de alimentos y las carreteras rurales capaces de soportar inundaciones, resultan fundamentales para evitar las pérdidas y minimizar los daños.

En un contexto de recortes en los presupuestos nacionales, y ante las complicadas situaciones de endeudamiento que afrontan muchos países en desarrollo, el FIDA solicita al sector privado que invierta en esta esfera.

“Tanto los Gobiernos como las instituciones financieras y el sector privado deben contribuir a aumentar la financiación a favor de los sistemas de producción agrícola en pequeña escala. Hay que transformar las contribuciones determinadas a nivel nacional y los planes de adaptación nacional en planes de inversión con una cartera de proyectos financiables, así como poner en marcha instrumentos financieros innovadores para mitigar los riesgos y atraer la inversión privada”, ha afirmado Lario. “Las inversiones en las pequeñas explotaciones agrícolas climáticamente inteligentes benefician tanto al planeta como a las empresas, ya que aportan una mayor estabilidad y garantizan el suministro de productos básicos”.

El FIDA está diseñando nuevos mecanismos financieros para movilizar a los inversores del sector privado. En junio de 2022, el Fondo emitió su primer bono sostenible y se convirtió así en el primer fondo y el único organismo de las Naciones Unidas —aparte del Grupo Banco Mundial— en acceder a los mercados de capital. Ayer, el FIDA comenzó a cotizar en la Bolsa de Londres para celebrar la cotización de sus bonos sostenibles.

El Fondo lleva más de una década invirtiendo en ayudar a los pequeños productores a adaptarse al cambio climático; entre 2019 y 2021, en el marco de su programación ordinaria destinó un total de 1 200 millones de dólares a actividades centradas, principalmente, en la adaptación, y también gestiona el Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP+), un fondo multimillonario de adaptación al clima en beneficio de los pequeños productores.

En atención a esta urgencia, el FIDA está aumentando sus esfuerzos con miras a movilizar más financiación para el clima a favor de las zonas rurales. Para el período 2022-2024, el Fondo tiene la determinación de destinar el 40 % de sus recursos básicos a la acción por el clima, prestando especial atención a la adaptación, lo que supone un aumento con respecto al objetivo del 35 % fijado para el trienio anterior (2019-2021). Además, de consuno con los Estados Miembros, tiene el objetivo de alcanzar la meta del 45 % en el período 2025‑2027.

A tiempo para la COP28, el FIDA también presentará un libro blanco para invertir en sistemas alimentarios resilientes al agua y adaptados al clima, en el que se establece un estudio de viabilidad sobre la distribución de los beneficios, la agrupación, el diseño de inversiones financiables y la creación de condiciones de financiación combinadas en esta esfera.

Para más información:


Comunicado de prensa n.º: IFAD/112/2023

El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado más de USD 24 000 millones en donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos en países en desarrollo. 

En el banco de imágenes del FIDA, una amplia gama de fotografías de la labor del FIDA en las comunidades rurales está disponible para descarga.