Recursos

La ventaja comparativa del FIDA reside en su experiencia en el trabajo a nivel de base, su comprensión de los obstáculos que afronta la población pobre en las zonas rurales, en particular los más vulnerables, y su capacidad de concebir enfoques integradores para el desarrollo económico y social. Un elemento fundamental del enfoque de desarrollo del FIDA consiste en la prestación de apoyo a las organizaciones de pequeños agricultores en zonas rurales como estrategia para el empoderamiento de la población rural pobre. Las organizaciones de pequeños agricultores sólidas e integradoras con un nutrido grupo de miembros son importantes asociadas de gobiernos, organizaciones no gubernamentales (ONG), donantes y agentes del sector privado que buscan nuevos mercados.

This note highlights the lessons learned in supporting smallholder institutions and organizations. 

This How To Do Note guides design and country teams in conducting an initial analysis of organizations and their capacity development needs at the project design stage. It provides a conceptual framework and practical suggestions and tools to help practitioners systematically collate and summarize information captured during design missions. 

El cambio climático pone en peligro la base de
recursos naturales de la mayor parte del mundo en
desarrollo, acelera la degradación de los ecosistemas y
convierte la agricultura en una actividad más arriesgada.
En consecuencia, los pequeños agricultores, que
desempeñan una función sumamente decisiva en la
seguridad alimentaria mundial, se enfrentan a un clima
cada vez más extremo. Los pequeños agricultores se
ven afectados de una forma más directa por las sequías,
las inundaciones y las tormentas, a la vez que sufren
los efectos paulatinos del cambio climático, como el
estrés hídrico en los cultivos y la ganadería, la erosión
costera debida al aumento del nivel del mar y la
imprevisibilidad de las infestaciones de plagas.

Under the 9th  Replenishment, IFAD committed to moving 80 million rural people out of poverty cumulative from 2010 onwards to 2015, and conducting 30 rigorous impact assessments. Hence the urgent need for appropriate methodologies for impact assessment. To respond to this need, a few piloting initiatives have been launched, one of which is the Improved Learning Initiative (ILI) 2. This  initiative  aims  to  develop  a  potentially  scalable  Participatory  Impact  Assessment  and Learning Approach (PIALA) that can help IFAD and its partners collaboratively assess, explain and debate its contributions to rural poverty impact. The PIALA design and piloting is funded by IFAD’s DFID-financed Innovation Mainstreaming Initiative (IMI) and BMGF’s Measurement, Learning and Evaluation Unit in the Agricultural Development Program; and with important contributions from IFAD’s Country Program Offices and partners in the pilot countries (Vietnam and Ghana), and its Strategy & Knowledge Management and Program Management Departments.

This report proceeds from the Global Forum on Remittances held in Bangkok, Thailand in 2013.