Esto es el desarrollo sostenible: Cómo los proyectos del FIDA siguen cosechando éxitos mucho después de su conclusión

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Esto es el desarrollo sostenible: Cómo los proyectos del FIDA siguen cosechando éxitos mucho después de su conclusión

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
© IFAD/Edward Echwalu 

Desde que se creó en 1977, la misión del FIDA ha consistido en ayudar a las poblaciones rurales más pobres del mundo no solo a sobrevivir, sino a prosperar.  

Hoy en día, tanto el FIDA como sus asociados siguen esforzándose por poner fin a la inseguridad alimentaria, la pobreza rural y la degradación ambiental. ¿Con qué objetivo? Crear una resiliencia a largo plazo que pueda transmitirse de generación en generación.  

Esta resiliencia queda verdaderamente demostrada cuando los proyectos siguen reportando beneficios, incluso mucho después de haber finalizado.  

Granjas piscícolas en expansión  

En 1981, el FIDA se convirtió en la primera institución financiera internacional en conceder un préstamo a China. En la actualidad, las comunidades rurales del país aún están recogiendo los frutos de dicha inversión.  

Esta asociación, iniciada hace 40 años, ha beneficiado a más de 20 millones de personas vulnerables y ha contribuido al fuerte descenso de la pobreza extrema en China.  

En la provincia de Henan, el Programa de Reducción de la Pobreza en la Zona de Dabieshan, financiado por el FIDA, brindó capacitación a más de 600 piscicultores. En aquel momento, triplicaron su producción pesquera, y hoy, ocho años después de que concluyera el proyecto, las granjas piscícolas siguen prosperando. Cuando el Presidente del FIDA, Álvaro Lario, visitó China en el verano de 2023, los piscicultores le mostraron cómo empleaban las plataformas digitales, como TikTok, y las tiendas en línea para comercializar sus productos y diversificar sus ingresos a través del ecoturismo. 

Con una alianza larga y fructífera, el FIDA y China comparten las lecciones aprendidas con otros países a través de la cooperación Sur-Sur y triangular

Pastos comunitarios 

El aumento de la productividad ganadera en Tayikistán permitió mejorar los ingresos. © IFAD/Didor Sadulloev

 

A lo largo de las décadas de trabajo del FIDA, hemos presenciado la transformación de extensiones de tierra que han pasado de llanuras degradadas a campos fértiles con elaborados ecosistemas que sustentan los medios de vida locales.  

En Kirguistán, el Programa de Desarrollo de la Ganadería y el Mercado ayudó a convertir un sistema de gestión de los pastizales que estaba fragmentado y vertical en un modelo descentralizado y dirigido por la comunidad. Cuatro años después de la finalización del proyecto en 2019, las comunidades siguen usando las nuevas tecnologías como el rastreo por GPS y los tableros meteorológicos para gestionar de manera eficaz los rebaños y los terrenos de pasto, y están preparadas para afrontar fenómenos meteorológicos adversos. 

En Tayikistán, el Proyecto de Desarrollo Ganadero y de Pastizales, financiado por el FIDA, se ejecutó en Khaton —la región más pobre del país— entre 2011 y 2018. A lo largo de esos siete años, se crearon más de 200 sindicatos de usuarios de pastizales, a través de los cuales las aldeas gestionaban los pastizales, intercambiaban recursos de manera equitativa y restauraban las tierras degradadas utilizando técnicas como el pastoreo rotativo.  

En conjunto, el proyecto mejoró 130 000 hectáreas de terrenos de pasto comunales —lo que equivale a más de 180 000 campos de fútbol— y sentó las bases para el aumento de la productividad ganadera experimentado en la actualidad, así como para la mejora de la nutrición y los ingresos de los hogares. 

Instituciones a favor del desarrollo rural 

Al establecer instituciones y políticas, el FIDA garantiza que los países puedan seguir impulsando el desarrollo rural incluso cuando el Fondo deje de estar presente.  

Por ejemplo, a través de las Mesas Redondas para el Desarrollo Rural que se organizan en el Uruguay, la sociedad civil de las zonas rurales colaboró con actores públicos y privados para determinar las inversiones y las prioridades de desarrollo a nivel local. En 2008, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca institucionalizó este tipo de actividades y, a pesar de que el proyecto concluyó en 2011, las instituciones que se crearon gracias a la prestación de apoyo y la defensa de los intereses en el marco del proyecto siguen beneficiando a las poblaciones rurales.

Impactos duraderos 

La inversión en las comunidades rurales supone una solución a largo plazo para muchos de los problemas que se afrontan a nivel mundial. El hambre, la pobreza, el desempleo juvenil y las migraciones forzosas tienen raíces profundas en las zonas rurales, y pueden mejorar de manera notable si se ejecutan proyectos que sigan cosechando sus frutos mucho después de su finalización. 

Los impactos duraderos son el motivo por el que solicitamos a los países que respalden la FIDA13. Al hacerlo, podemos allanar el terreno para que las personas más pobres del mundo accedan a un futuro más sostenible y próspero.