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Los desafíos y las oportunidades son diferentes en diferentes lugares, para diferentes productos alimenticios y para diferentes personas. Entonces, ¿cómo podemos mejorar la capacidad local para responder a esta emergencia de una manera ágil e inclusiva?

Hasta ahora, África ha escapado de las peores consecuencias para la salud de la pandemia COVID-19. Sin embargo, parece que el continente podría ser el más afectado por las consecuencias económicas de la crisis. 

We are in the middle of a shift in how development is financed. Impact investing is on the rise.

Mientras la mayor parte del mundo se encuentra bajo refugio debido a la pandemia de COVID-19, la OIT estima que al alrededor de 2 700 millones de personas, es decir, el 81 % de la fuerza de trabajo mundial, se ven afectadas por el cierre total o parcial de los lugares de trabajo. 

Antes de que comenzara la pandemia de COVID-19, más de 820 millones de personas padecían hambre. Decenas de millones más se les unirán si no adoptamos las medidas adecuadas y con rapidez. En particular, se está poniendo a prueba la resiliencia de los productores en pequeña escala y la comunidad internacional tiene que dar un paso adelante para ayudarles, a fin de evitar una crisis alimentaria mundial.